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Con la misma emoción que los invade cuando reciben los aplausos de miles de personas durante los desfiles, cinco actores del Carnaval de Barranquilla manifestaron sentirse más vivos que nunca tras ser vacunados contra la covid-19.

Por los distintos rincones de la capital atlanticense se han sentido los embates de la pandemia, pero también desde esos lugares hay siempre un espíritu alegre que trata que el único contagio que haya entre familiares, vecinos y amigos sea el del optimismo.

En diálogo con EL HERALDO, varios de ellos confesaron los duros momentos que han vivido en medio de la pandemia debido a que el coronavirus les arrebató a personas muy cercanas, compañeros claves en su misión carnavalera, familiares de algunos miembros de sus grupos folclóricos o vecinos del barrio.

Lo anterior los ha afectado, pero con su visión entusiasta de la vida, no se han amilanado y por el contrario este año hicieron parte de las actividades virtuales que se desarrollaron para conmemorar las carnestolendas. Además, se han mantenido unidos y con sus grupos lideran ensayos y actividades virtuales que los sacuden de este mundo pandémico.

Carlos Cervantes, rey Momo del Carnaval de Barranquilla 2015, desde Malambo da un ejemplo a seguir; Robinson Albor, rey Momo del Carnaval de Barranquilla 2000, y rey Momo vitalicio del Carnaval de la 44, hace lo propio desde el barrio El Porvenir, en el norte de nuestra ciudad; Matilde Posada, directora de los Cumbiamberitos de San José, en representación de las mujeres dijo presente desde el Suroriente; Gregorio Palma, capitán de la cumbiamba El Gallo Giro, envió un mensaje positivo desde el barrio La Luz, también en el Suroriente; y Jairo Polo, director de la Corporación Autónoma del Carnaval Gay, barrio Los Nogales, en el norte de la ciudad, se convirtió en uno de los primeros hacedores en recibir las dos dosis de Sinovac.