La familia real británica se prepara para despedir este sábado al duque de Edimburgo, cuyo funeral se celebrará en la capilla gótica de San Jorge, en el castillo de Windsor, entre medidas de seguridad por la covid-19 y siguiendo un guión marcadamente militar ideado en vida por el propio príncipe.
Todos los detalles - desde la música que interpretará el coro que acompañará la ceremonia hasta las insignias militares que adornarán el altar, así como el vehículo Land Rover que transportará el cuerpo sin vida del consorte de Isabel II- obedecen a instrucciones precisas dadas por el marido de la soberana británica.
También los invitados -el reducido grupo de apenas 30 personas, seleccionadas de la lista original de los 800 que hubieran asistido en un mundo sin pandemia-, o las representaciones militares, responden al patrón que el propio duque solicitó para su despedida.