Los barranquilleros se preparan para llenar su mesa de platos exquisitos para estas fechas navideñas. Aunque la llegada de la Covid-19 mantendrá restringidas las celebraciones y aglomeraciones, para muchos no pasará desapercibida la Navidad y se trasladará a un plano más íntimo.
El epidemiólogo inglés Jeremy Farra aseguró que 'las cosas no habrán terminado para Navidad. Esta infección no va a desaparecer, ahora es una infección endémica humana'.
Por su parte, el profesor de la Universidad de Oxford John Bell destacó que es improbable que el coronavirus se llegue a eliminar, a pesar de los positivos resultados preliminares que ha obtenido la vacuna de esa institución académica británica. 'La realidad es que este patógeno está aquí para siempre, no se va a ninguna parte', dijo Bell.
En materia de las vacunas para combatir el virus, ha habido significativos avances que se encuentran en fase de ensayos en seres humanos. 'Por más que ya estén cercanas las vacunas, parece que es una enfermedad con la que vamos a tener que convivir por un buen tiempo', afirmó Andrés Barreto, director del programa de Psicología de la Fundación Universitaria San Martín.
El psicólogo destacó que para celebrar la Navidad este año no se debe bajar la guardia frente a las normas de bioseguridad. Disminuir la angustia y la desesperanza es importante para tener una buena salud mental y emocional.
'Si revisamos la historia, encontramos que, en momentos de crisis, desastres o amenaza las personas tendemos a responder de dos formas: o nos dejamos contaminar por los miedos, las limitaciones y el egoísmo de nuestras mentes fuera de control; o usamos ese momento desafiante como impulso motivador para descubrir y expresar nuestras emociones y cualidades positivas para impregnarlas a los demás y crear ambientes sanos y propicios para la convivencia familiar, grupal y social', destacó el profesional de la salud.
Este tipo de fenómenos despierta en las personas angustia e incertidumbre, y está relacionado con la personalidad del individuo. Las personas optimistas ven los problemas como una oportunidad para salir adelante y superarse, por otro lado, la perspectiva pesimista podría retrasar la superación de las adversidades.
Otras alternativas
El doctor Barreto recomienda una serie de precauciones que deben tomarse para reducir el riesgo de propagación. En primera instancia, recuerda que dentro del marco de la coyuntura por coronavirus, la virtualidad es el mejor aliado para compartir mientras se evita el contagio, por ello, las videollamadas protagonizarán los encuentros a distancia con familia y amigos.
Asegurarse de celebrar las fechas especiales con un selecto grupo de personas puede contribuir también con la causa. Entre los planes que hay por hacer para estos días, está preparar los platos preferidos de la familia para la Noche Buena y Año Nuevo.
No baje la guardia
Aunque se reducirá la cantidad de invitados en casa, evite el constante contacto físico como una medida de prevención. No se debe dejar de lado el uso permanente del tapabocas, del alcohol y el frecuente lavado de manos.
El experto también pidió no reunirse en la medida de lo posible en espacios con poca ventilación, ya que los lugares cerrados pueden ayudar a propagar más fácil el virus.
Las compras navideñas pueden llegar a ser una tortura si los compradores no se organizan. De esta manera, otra de las sugerencias es realizar estas compras con varias semanas de anticipación ya que los centros comerciales y cadenas de almacenes suelen colapsarse desde inicios del mes decembrino.
Barreto señaló que, si se enfocan los objetivos hacia la aceptación de esta situación como una oportunidad de crecimiento, 'este Fin de Año no será un período de angustia y desánimo. Más bien, se convertirá en un momento que se recordará como un desafío que se logró superar'.