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En la tarima canta canciones del Joe Arroyo, su 'ídolo'. Minutos antes practica y afina su voz con las técnicas aprendidas en sus clases de canto. Enérgico sube al escenario y toma el micrófono entre sus manos para generar una experiencia sensitiva en el público. Antes de cada presentación, así se prepara Iván Martínez, un barranquillero apasionado por la música.

Este joven de 23 años nació con una necesidad cognitiva y un leve autismo. Hace parte del grupo Son de Casas, la orquesta de inclusión de Casas Distritales de Cultura. Ser el cantante de la agrupación lo enorgullece en lo más profundo de su corazón.

Entre sus temas favoritos del Joe Arroyo está Sabré olvidar, compuesta por Tito Ramos y Tony Rojas.

El pasado 27 de noviembre, en la inauguración del parque y polideportivo El Edén, en el barrio del mismo nombre, cantó este éxito junto a la orquesta.

Entre el público que lo aplaudió estuvo el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, quien ese día inauguró el primer parque biosaludable para las personas en condición de discapacidad .

De vuelta a la tarima. Álvaro José Arroyo es la mayor inspiración de Iván, de hecho imita su forma de moverse en la tarima. 'Tengo un swing para bailar', dijo Martínez, creador de las coreografías de Son de Casas.

A Iván lo acompañaron otros coristas y músicos que interpretaron instrumentos como bajo, guacharaca, saxo, batería, tambor y piano. Este último cautivó a los visitantes por su desempeño en el instrumento al que se aferra para demostrar su talento.

Con unas gafas tornasol, una camisa de lentejuelas verde, amarilla y rojo,  'Leo' se sostenía apenas con su propia fuerza. Mantenía una sonrisa y estaba listo para presentarse en la inauguración del nuevo parque El Edén. Leonardo Gutiérrez, un samario de 21 años, con su indiscutible habilidad en el teclado va más allá del simple tacto, porque, según contó, el hecho de estar privado del sentido de la vista, no le impide sentir intensamente cada interpretación. Sueña con llegar a grandes escenarios, ser reconocido como un gran pianista.

Más que un maestro

Reymers Rocha, director de Son de Casas, la orquesta de inclusión de Casas Distritales de Cultura, habló sobre la importancia de acoger a esta población para realizar cualquier tipo de labores o actividades cotidianas 'de las cuales son excluidos por su condición de discapacidad'.

Con la música se llenan de alegría, salen de su rutina, se olvidan de sus problemas y, sobre todo, entretienen al público cuando interpretan su repertorio musical. 'Estos niños están dotados de talentos con los que pueden hacer cosas maravillosas, y tocar la fibra de las personas a través de la música para demostrarles que ellos también son capaces'.

Para comunicarse con sus estudiantes Reymers lo hace por medio de la música. 'A través de los sonidos se busca ejercer controles para potenciar esas aptitudes musicales para finalmente tener un producto', añadió el maestro.

El grupo está conformado por personas con condiciones especiales entre las que se encuentran autismo, discapacidad auditiva o visual, y cognitivas. La orquesta ensaya en la sede de Suroccidente de las Casas Distritales de Cultura todos los miércoles y sábados, en el barrio Cevillar.

Una de las asistentes a este encuentro fue María Teresa Fernández, secretaria de Cultura Patrimonio y Turismo del Distrito, quien considera que el apoyo a esta población es una labor fundamental.

'Quisimos traer esta orquesta porque es la muestra de unos chicos que vienen trabajando desde hace mucho tiempo. Queríamos contar que a través de la virtualidad estamos ofreciendo oportunidades a más de mil beneficiarios en Casas de Cultura en situación de discapacidad', apuntó Fernández.

La funcionaria recalcó que los programas de Casas de Cultura y la Escuela Distrital de Arte son gratuitos para todas las personas que estén interesadas en vincularse.