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Antes de bajar un mango de su árbol, Lin Sánchez le pide permiso a la 'Pachamama'. Eleva sus plegarias y la misma 'Madre Naturaleza' le 'responde' si hacerlo podría tener consecuencias que alteren el equilibrio.

No le preocupa que los occidentales, sus hermanos menores, la vean con extrañeza cuando habla con la diosa de los pueblos indígenas de Los Andes, porque de ese respeto viene la fertilidad de la Tierra con cosechas fructíferas después de la siembra.

Para Lin, de la etnia mokaná, autoridad tradicional de su cabildo en Galapa, sabedora y artesana, todo conocimiento ancestral viene de un contacto espiritual. Este se hace presente en acciones tan cotidianas para ella como tejer o cocinar, porque allí está la fuerza de sus antepasados, sus saberes y sus vivencias.

'En el tejido de la mochila va tu pensamiento, tu conocimiento, tu historia. En cada hilada entregamos una parte de lo que somos, porque el tejido nace del alma. Trabajar con barro es hacer un ritual sagrado que proviene de la tierra. Cuando la madera llega a nuestras manos ya la Madre nos ha mostrado la forma que tendrá, lo mismo pasa al tallar las piedras', relata.

Su trabajo consiste en recuperar tradiciones que se han ido perdiendo por la penetración de la modernidad en la cultura.

'Algunas costumbres occidentales han entrado a nuestras comunidades tan rápido que no nos habíamos dado cuenta de que hemos ido perdiendo nuestra cultura. Estamos recuperando tejidos que nos enseñaron nuestros abuelos, trabajamos en las danzas, en el rescate de los usos y costumbres de nuestro territorio. Queremos que los niños sientan todo ese arraigo con la tierra para que no les dé pena decir que son indígenas'.