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Con las taquillas vacías y sin visitantes, los senderos del Zoológico de Barranquilla permanecen más tranquilos que nunca. El rugido de los leones, el garrir de las guacamayas o el chillido de los monos interrumpen el silencio en este parque dedicado a la conservación de especies.

Antes de la pandemia la quietud solo llegaba al caer la noche, cuando las risas de los pequeños huéspedes se alejaban al abandonar el recinto con la promesa de un hasta pronto. Hoy, después de cuatro meses con las puertas cerradas, la incertidumbre de los miembros de la institución por no saber cuándo podrán volver a operar, reina en sus mentes. El bienestar de los más de 800 animales que habitan en ese recinto está en riesgo.

Farah Ajami, directora de la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla, explica que la operación del Zoológico cuesta entre 400 y 450 millones de pesos mensuales mientras esté abierto. Y a pesar de que en este momento no tienen los mismos gastos asociados al funcionamiento normal, el coste sigue siendo muy alto 'porque el trabajo de cuidadores, veterinarios y funcionarios no se detiene'.

'El cuidado de estos animales no para. Es una responsabilidad indelegable. El año pasado tuvimos un buen desempeño y nos quedaron recursos con los que empezamos a prepararnos. Redujimos costos no esenciales, hicimos una campaña para recolectar fondos y tuvimos un acercamiento con el sector público porque el Zoológico cuida animales que son propiedad de la Nación, y el Zoológico de Barranquilla es de propiedad de la Alcaldía, pero desafortunadamente no hemos recibido apoyo del sector público hasta la fecha', manifiesta.

Ajami señala que aunque los costos del funcionamiento lograron reducirse a 200 millones de pesos mensuales, la situación continúa siendo crítica.

'Después de septiembre ya no podremos aguantar más, hemos aguantado demasiado, incluso más que establecimientos con fines comerciales sin haber recibido un peso del sector público, solo de nuestros recursos, de nuestra autogestión y de préstamos, pero después de 6 meses no vamos a poder seguir garantizando la continuidad de los más de 50 colaboradores y algo que nos preocupa muchísimo: el bienestar de estos 800 animales. La alimentación, la salud y los otros cuidados de ellos son el gasto más importante de nuestra operación. Hemos logrado mantenernos a flote todo este tiempo, pero una vez cumplidos los seis meses va a ser muy difícil', advierte.