En Colombia existe un patrón espacial del riesgo que tiene una mujer de ser lesionada por su pareja o expareja, el cual debe ser estudiado a profundidad para dar luces a las autoridades en el redireccionamiento de los recursos y la formulación de políticas públicas.
Así lo aseguró Karen Florez Lozano, docente del departamento de Matemática y Estadística de la Universidad del Norte, durante el foro 'Violencia contra la mujer en Colombia 2013-2017: Una mirada interdisciplinar', evento realizado el 4 de marzo en la sala de eventos del Museo Mapuka de la institución. Flores y un grupo de investigadores socializaron resultados del estudio 'Dinámica espacio temporal del riesgo y los costos económicos de lesiones en mujeres víctimas de violencia física de pareja en los departamentos de Colombia en el período 2013 – 2017'. La investigación es realizada por docentes de Uninorte de los grupos investigativos: Uni Barranquilla, Investigación en matemáticas y Análisis Económico, y por el Observatorio de Violencia contra la Mujer del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Resultados. Hasta la fecha, el estudio tiene resultados preliminares sobre la estructura de riesgo de lesiones en mujeres víctimas de violencia física en los departamentos de Colombia, los factores asociados al riesgo de muerte por lesiones y un preliminar de la estimación de los costos directos e indirectos en mujeres víctimas de violencia física en el país, en 2017.
'Hay factores de tipo individual que incrementan el riesgo, como la unión libre. También cuando hay disfunción al interior de la familia y factores de tipo social, como pobreza o desempleo. Las consecuencias a nivel físico suelen ser hematomas y enfermedades gastrointestinales; en salud mental están la depresión y la ansiedad. Cuando padecen violencia intrafamiliar tienen mayor riesgo de pérdida de embarazo, ya sea por aborto o niños con bajo peso al nacer', señaló Edgar Navarro, docente del Departamento de Salud Pública de Uninorte.
Para realizar el estudio, el grupo de investigadores se centró en los 32 departamentos del país y Bogotá como distrito capital. El interés radicó en estudiar el riesgo que tiene una mujer de ser lesionada por su pareja o expareja, estudiando este tipo de casos de violencia reportados entre 2013 y 2017, en el informe Forensis del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
El número de casos atendidos en este periodo asciende a un total de 208.659 mujeres víctimas. En el 82% de los casos tenían entre 20 y 44 años de edad. El 40% de ellas habían cursado básica primaria o media secundaria, y el estado civil predominante era unión libre, con un 45.5%. El presunto agresor de mayor frecuencia fue el compañero permanente con un 46%.
Primero, se estudió el comportamiento del riesgo sin incluir el efecto de covariables, para revisar la posible existencia de un patrón espacial entre las áreas. Como resultado de este ejercicio, encontraron que los departamentos con alto riesgo son Casanare, San Andrés, Arauca, Cundinamarca y Huila, con riesgos entre 2.54 a 1.39 con respecto al nivel nacional.
Covariables. Para el estudio con covariables, se tomó información de la Encuesta Nacional de demografía y salud 2015 (ENDS) y del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Así, el riesgo estimado a partir de las covariables: Decisiones en el hogar, Actividad económica a la cual se dedica la mujer, Afiliación al sistema de salud, Vida sexual y reproductiva e Índice de conocimiento, mostró a Casanare, San Andrés, Arauca, Meta y Amazonas, con riesgos entre 2.54 y 1.33 con respecto al nivel nacional.
'Aunque la investigación tradicional de este fenómeno se ha centrado en factores personales y situacionales, su comprensión necesita ir más allá de los factores individuales e incluir el entorno social más amplio', enfatizó Flórez.
Las consecuencias físicas y psicológicas generan un riesgo de muerte y de violencia grave posterior a un primer episodio. Lo anterior se evidencia en el comportamiento de los feminicidios durante 2017 en Colombia, donde el hecho generador de mayor frecuencia fue la violencia intrafamiliar con un 35,66% de los casos y donde el agresor fue la pareja o expareja en un 20,09%.
'Estamos hablando también de los retos y las limitaciones porque precisamente hacer un ‘costeo’ de la violencia de género implica que tengamos buena información. ¿Cuál es la limitación que encontramos? Que la forma como se sistematizan los datos puede estar dado a temas de cómo se controla la disposición de la información. No nos permite hacer un seguimiento de cada persona', indicó Sandra Rodríguez, docente del departamento de Economía de Uninorte.
Costo del Feminicidio. El feminicidio cuesta el 0,31% del PIB de América Latina y el 0,12% del PIB en el mundo. De acuerdo con estudios, Colombia pierde cerca del 4,2% anual del PIB debido al costo indirecto de la violencia doméstica. En ese sentido, los investigadores generan escenarios de cuáles serían los costos económicos desde el punto de vista indirecto que se tendría por la violencia de género, a través de covariables como nivel educativo o días de incapacidad.
'A nivel región Caribe, Atlántico presenta los mayores costos cuando lo tomamos de manera agregada, con todos los días de incapacidad. Pero cuando identificamos por perfiles educativos, por ejemplo, comparar el total de gasto cuando se tiene solo educación primaria o secundaria incompleta, Atlántico tiene un menor costo porque la mayoría de los actos violentos suceden en mujeres con básica primaria o ningún nivel educativo, mientras que hacia el centro del país la mayoría de los casos se presentan en mujeres con educación superior o secundaria incompleta', indicó la profesora.