Por Jesús Bovea - Especial para EL HERALDO
En la búsqueda constante de un estilo de vida mucho más saludable, las dietas antiinflamatorias se presentan como un enfoque nutricional que es capaz de combatir la inflamación, aquella que es capaz de producir malestares generales e incluso consecuencias en los tejidos de la piel.
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Este tipo de hinchazones o edemas se basan en la acumulación de líquido en los tejidos, lo cual puede ser causado por la retención de sal y agua debido a ciertos medicamentos, además de ser un signo de daño o insuficiencia cardíaca, hepática o renal.
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Para revertir estos efectos existen medicamentos químicos que ayudan significativamente a evacuar esta retención de líquidos, sin embargo, el consumo periodico de este tipo de pastillas puede llegar a recargar otros órganos como el hígado, por lo que se hace recomendable encontrar otras alternativas más amigables con el cuerpo.
En este caso específico encontramos que estas dietas no solo se centran en perder peso, sino en promover la salud desde adentro, teniendo como prioridad la elección de alimentos que tienen propiedades antiinflamatorias, reduciendo así la respuesta inflamatoria del cuerpo.
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Algunos de los alimentos estrella incluyen frutas y verduras coloridas, grasas saludables como el aceite de oliva y pescados ricos en omega-3.
