Condiciones como el sobrepeso y la obesidad afectan actualmente a diferentes grupos poblacionales a nivel mundial; de acuerdo con la OMS, aproximadamente 1.900 millones de adultos tienen sobrepeso, de los cuales un 31,6% son obesos.
Sin embargo, la situación de niños y adolescentes es aún más preocupante. Por esto, una alimentación saludable es fundamental para que los niños y adolescentes se desarrollen de manera adecuada, se protejan de las enfermedades, amplifiquen su capacidad cognitiva y alcancen una concentración y aprendizaje óptimos en el aula y en su entorno familiar.
Por eso es clave que existan programas y políticas escolares orientadas a la alimentación saludable y a una educación holística que integre la salud como componente fundamental.
'Una buena alimentación es fundamental para garantizar el crecimiento y desarrollo en la infancia. Tanto el hogar como el colegio son los entornos que más influyen en este aspecto; con comidas escolares sanas y el arraigo a una cultura de buena nutrición, los estudiantes pueden desarrollar prácticas alimentarias más sanas', sostuvo Inés Sofía Morales Salcedo, docente de Nutrición y Dietética de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Fundación Universitaria San Martín.