El sarampión sigue extendiéndose en Estados Unidos, con 555 casos declarados, según cifras publicadas este lunes por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), con los dos focos principales situados en Nueva York, donde las autoridades adoptaron medidas para obligar a la vacunación.
Estos datos, publicados en el momento en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) anuncia un aumento del 300% de los casos de sarampión en el mundo en el primer trimestre de 2019, hacen del brote estadounidense la segunda peor epidemia registrada en el país, desde la eliminación oficial de la enfermedad en 2000.
Los dos principales focos de la enfermedad, detectada en 20 estados, se encuentran en la ciudad de Nueva York, - donde 285 casos han sido declarados en una población de 8,5 millones de habitantes -, y en una localidad del condado de Rockland, con 184 casos en 300.000 habitantes.
El pasado 8 de abril se detectaron 465 casos desde comienzos de año en todo el país, lo que significa bastante más que en todo el año anterior, con 372 casos declarados. En 2016 solo se detectaron 86 personas afectadas en Estados Unidos, dos de ellas en Nueva York.
Para contener la epidemia, tanto el condado de Rockland como el ayuntamiento de Nueva York declararon el estado de emergencia sanitaria y adoptaron medidas extremas, para gran pesar de los colectivos anti-vacunas.
El ayuntamiento de Nueva York ordenó el 9 de abril vacunarse a todas las personas que viven o trabajan en los cuatro barrios más afectados, en Williamsburg, al noroeste de Brooklyn, bajo pena de acciones penales y una multa de 1.000 dólares.
La ciudad había lanzado ya hace varios meses una fuerte campaña para promover la vacunación, distribuyendo folletos, difundiendo información en línea y llamando por teléfono en yidis a miles de miembros de la comunidad ortodoxa.
Muchas vacunas son teóricamente obligatorias en Estados Unidos para asistir a la escuela, pero 47 de los 50 estados, entre ellos Nueva York, tienen dispensas, en particular por motivos religiosos.