Una pequeña esponja verde, descubierta en la oscuridad de las aguas del Pacífico en Alaska, podría ser la primera arma efectiva contra el cáncer de páncreas, dijeron el miércoles investigadores.
El cáncer de páncreas, con tumores particularmente agresivos, es especialmente difícil de tratar.
'Uno nunca se habría imaginado buscar en esta esponja que podría ser milagrosa', dijo en una conferencia telefónica Bob Stone, un investigador del NOAA Alaska Fisheries Science Center.
Stone descubrió la esponja, de color opaco, llamada 'Latrunculia austini' en 2005 mientras hacía un exploración en el fondo del mar, durante una expedición en Alaska.
La esponja vive en las rocas a una profundidad de entre 70 y 219 metros.
Pruebas de laboratorio han mostrado que varias moléculas en esta esponja destruyen de manera selectiva las células del cáncer de páncreas, dice Mark Hamann, un investigador de la Universidad del Sur de California que trabaja con Fred Valeriote, del Henry Ford Cancer Institute en Detroit.
'Sin duda es el mayor activo molecular contra el cáncer de páncreas que hemos visto', dijo Hamann. 'Aunque hay mucho trabajo por hacer, marca el primer paso clave en el descubrimiento y el proceso de desarrollo de un tratamiento', añadió.
El cáncer de páncreas avanza lentamente, una circunstancia que lleva a los pacientes a ser diagnosticados tardíamente, con pocas posibilidades de recibir un tratamiento exitoso.
Sólo el 14% de los pacientes tiene la posibilidad de sobrevivir cinco años por un tumor de este tipo, según la American Cancer Society.
'He estado buscando 5.000 extractos de esponjas en las últimas dos décadas', dice Valeriote. 'En términos de este patrón particular de actividad selectiva de cáncer de páncreas o de ovarios, solo hemos visto una (otra) esponja con tal actividad, y fue recolectada hace muchos años en Indonesia'.
Unos 53.670 nuevos casos de cáncer de páncreas serán diagnosticados en 2017 en Estados Unidos y más de 43.000 personas morirán por esta causa.