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Aunque desde los tiempos de Leonardo Da Vinci se conoce sobre la existencia del mesenterio, ya que lo había mencionado en uno de sus escritos sobre anatomía humana, solo hasta ahora, en pleno siglo XXI, es que este ha sido clasificado oficialmente como un órgano del ser humano.

El mesenterio era conocido como una serie de pliegues dobles en el peritoneo, la membrana que recubre el intestino. No obstante, algunos científicos ya tenían sospechas de que esta parte del sistema digestivo fuera más importante de lo que parecía, pero no habían tenido las pruebas suficientes para comprobarlo.

Sin embargo, un estudio publicado en la revista The Lancet Gastroenterology & Hepatology afirma que no es un conjunto de estructuras aisladas, sino un solo órgano continuo que recorre toda la longitud del intestino.

Pese a que se sabe que este pliegue de la membrana sirve de protección a toda una red de vasos sanguíneos, conductos linfáticos y nervios, su función exacta aún no ha sido identificada por los científicos.

La investigación fue realizada por la University Hospital Limerick, en Irlanda, y fue liderada por Calvin Coffey, quien trabajó durante seis años para recoger la evidencia necesaria que hoy le da la clasificación de órgano al mesenterio. 'La descripción anatómica que se estableció hace unos 100 años era incorrecta. Este órgano está lejos de ser fragmentario; es una estructura simple, continúa y única', afirma Coffey, en el comunicado de prensa de la Universidad de Limerick que acompañó a la publicación de la revista médica.

Los científicos que hicieron parte de la investigación realizaron durante varios años estudios con microscopio. Ellos aseguran que el mesenterio es un doble pliegue del peritoneo o recubrimiento de la cavidad abdominal, es decir, este ‘nuevo’ órgano permite que el intestino se mantenga en su lugar, unido a la pared del abdomen, y lleva irrigación a las vísceras.