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La Autoridad de Embriología y Fertilización Humana (HFEA) del Reino Unido autorizó por primera vez a un grupo de científicos modificar genéticamente embriones humanos, casi un año después de que investigadores chinos anunciaran la primera manipulación genética de la historia.

La investigación se llevará a cabo en el Instituto Francis Crick de Londres para tener un mayor entendimiento sobre los primeros momentos de la vida humana y se desarrollará durante los primeros siete días después de la fertilización, informó el HFEA en un comunicado.

La primera modificación de embriones humanos de la historia se llevó a cabo en abril de 2015 por científicos chinos, desencadenando un intenso debate sobre los límites de la manipulación genética.

Un equipo de 16 científicos liderado por Huang Junjiu, de la Universidad Sun Yat-sen de Cantón, publicó en la revista especializada estadounidense 'Protein & Cell' el pionero estudio.

El objetivo de la investigación era corregir el gen responsable de la beta-talasemia, una enfermedad hematológica hereditaria y potencialmente mortal, en embriones no viables descartados por las clínicas de fertilidad y que no podrían salir adelante.

Para ello, se empleó una técnica de edición genética llamada CRISPR/Cas9, introducida en 2012, que permite modificar genes de manera sencilla y precisa.

CRISPR, son las siglas que corresponden a Repeticiones Palindrómicas Cortas Espaciadas entre sí y Agrupadas. Esta técnica permite alterar de forma más rápida, precisa y detallada cualquier posición de los 23 pares de cromosomas del genoma sin cometer errores ni introducir mutaciones no deseadas.

Las modificaciones con fines terapéuticos están prohibidas en casi todo el mundo. Pero desde hace tiempo había la sospecha en los círculos científicos de que este tipo de experimentos se estaban llevando a cabo, lo que causó una intensa discusión por sus implicaciones éticas.

En marzo de 2015, las revistas 'Nature' y 'Science' divulgaron sendos artículos escritos por científicos (incluidos dos galardonados con el Premio Nobel) en los que se pedía una moratoria a las investigaciones que implicaran la alteración de ADN de células reproductivas humanas por sus 'riesgos éticos y de seguridad'.

El experimento llevado a cabo en China salió mal: de los 86 embriones utilizados, sobrevivieron 71 y sólo en 28 funcionó la alteración del ADN.

Según el estudio de la Universidad Sun Yat-sen, los autores reconocieron que la técnica empleada está aún lejos de producir resultados satisfactorios con su desarrollo actual y que sus aplicaciones clínicas serían 'prematuras'.

'Nature' y 'Science' rechazaron publicar este trabajo por objeciones éticas, explicó Huang a la revista británica.

Según reveló la revista británica 'Nature', otros tres equipos de investigadores chinos trabajan actualmente en estudios con embriones parecidos al ya publicado.