Alessandro Coatti Lovato, de 38 años y nacido en Portomaggiore, en la provincia de Ferrara, Italia, era biólogo molecular y hasta finales del año anterior hizo parte de la organización británica ‘Royal Society of Biology’. Por ocho años estuvo vinculado a tan prestigiosa sociedad científica del Reino Unido, creada para promover los intereses de la biología en la academia, la industria, la educación y la investigación. Al parecer, este decidió apartarse de la academia tras decidir viajar a Suramérica para conocer sus encantos.
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Esos son algunos de los datos que han recogido en los últimos dos días medios europeos sobre la vida personal del italiano Coatti, cuyo cuerpo fue desmembrado y ha sido encontrado por partes en distintos puntos de la ciudad de Santa Marta. Es preciso indicar que el torso aún no ha aparecido.
Esta historia tiene su génesis el domingo 6 de abril, cuando unos niños de Bureche alertaron a adultos sobre un maletín que sujetos en moto habían lanzado a una zona enmontada, cercana al estadio de fútbol Sierra Nevada. Eso fue aproximadamente a las 2:30 de la tarde y tras llamados a la Policía Metropolitana, uniformados aparecieron en el sector.
La diligencia de levantamiento se practicó en el lugar y peritos forenses indicaron que el maletín contenía “dos brazos y una cabeza de una persona de sexo masculino”. La única pista encontrada entre los restos fue una manilla plástica en la muñeca de uno de los brazos, con el nombre del hotel Marovi, localizado en el centro histórico de Santa Marta.

Mientras investigadores acudían hasta el hospedaje y se realizaban los actos urgentes por el macabro hallazgo, el mismo domingo se logró la identificación del hombre.
“El ciudadano italiano Alessandro Coatti Lovato se hospedó el día 3 de abril del presente año en el Hotel Marovi, localizado en la calle 21 con carrera 2A. Al parecer estuvo visitando el parque Tayrona en el día de hoy (domingo)”, detalló un breve reporte de la autoridad local.
Tal información habría salido de empleados del sitio, a quienes Coatti abordó en la mañana del viernes 4 de abril para saber cómo llegar hasta el pueblo de Minca, adonde, aparentemente, pretendía iniciar una investigación sobre especies de animales locales.
Cabe reseñar que el día lunes 7 de abril se hallaron en otro punto del casco urbano de Santa Marta una pierna de Coatti y el martes 8 la otra extremidad en el barrio Villa Betel, este cercano a la zona de Bureche.
Ofrecen recompensa
El lunes al mediodía, tras el hallazgo de una de las extremidades del italiano, el alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, anunció a través de las redes sociales una recompensa de 50 millones de pesos para quien brindara información sobre el hecho.
“He dado instrucciones a las autoridades para disponer de manera articulada todo el componente interinstitucional que conlleve al esclarecimiento de la muerte del ciudadano italiano Alessandro Coatti. Ofrecemos una recompensa de cincuenta millones de pesos por información precisa que nos permita identificar y capturar a los responsables”, publicó Pinedo en la red X.
El alcalde agregó en su comunicación que “este crimen no quedará impune. Los delincuentes deben saber que en Santa Marta la criminalidad no tiene cabida. Los perseguiremos hasta que respondan ante la justicia”.
Por su parte, el comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, coronel Jaime Ríos Puerto, informó que Coatti no tenía antecedentes penales, ni había recibido amenazas anteriormente. “Era un turista, un científico sin conexiones sospechosas”, manifestó el oficial, dejando muchas dudas sobre el motivo del asesinato.
Es claro mencionar que en la ciudad de Santa Marta, en poblaciones del Magdalena y otros departamentos del Caribe, hoy se libra una sangrenta guerra entre miembros del Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada o ‘los Pachenca’ por el dominio del territorio. Los dos grupos son los actores armados que siembran el miedo en la zona, incluido ese pueblito que iba a visitar o visitó el italiano.
Con la premisa de que “quien domina las montañas puede dominar los piedemontes y las partes urbanas”, estos grupos se disputan la potestad del territorio y las rutas de comunicación en la Sierra Nevada de Santa Marta. Al extender su influencia hacia las zonas urbanas y rurales circundantes, estas organizaciones criminales no solo buscan consolidar su poder, sino también controlar las economías locales.
El antropólogo, experto en conflicto armado y director de la Plataforma de Defensores de Derechos Humanos, Ambientales y Liderazgos de la Sierra Nevada de Santa Marta, PDHAL, Lerber Dimas, a través de su cuenta de X @Lerberlisandro, publicó este miércoles 9 de abril que “El asesinato de Alessandro Coatti es irremediablemente trágico: un acto perverso y desproporcional. Pero, no olviden las 7 masacres en el 2023 y los 20 cuerpos desmembrados entre La Guajira y el Magdalena (2024-2025). No puede haber víctimas de primera y segunda categoría”.
En esa línea fuentes judiciales de Santa Marta sugerirían que la muerte del italiano Coatti habría sido una equivocación de alguno de esos dos grupos armados ilegales al confundirlo con algún investigador judicial.
Este miércoles también trascendió información de que un fiscal italiano viajaría a Colombia para apoyar en la investigación del caso.
Habla la familia de Alessandro Coatti
El medio italiano Il Resto del Carlino recogió este miércoles 9 de abril una versión de la familia de Coatti, asentados en Longastrino di Alfonsine, una pequeña población en la frontera entre las provincias de Rávena y Ferrara. Desde allí habló para el medio Giovanni Coatti, tío de Alessandro.
“Fue mi hermano Gabriele (padre de Alessandro) quien me lo contó el martes por la mañana. Él se enteró el lunes por la noche. Desde entonces, fue una pesadilla para todos”, relató al medio Il Resto del Carlino, Giovanni Coatti.
El hombre señaló que su sobrino “se había alojado en un hostal del centro de (Santa Marta). Quería disfrutar de las playas, del clima. Cuando no trabajaba, se iba de vacaciones, con amigos o sin ellos. Esta vez se fue solo. No esperábamos un final tan trágico. Desde el 4 de abril, no teníamos noticias suyas, un silencio que ahora entendemos que era un terrible presagio”.
Sobre lo que pudo haberle pasado, el familiar mencionó que “la hipótesis del robo no nos convence; no era alguien que exhibiera objetos valiosos. Era un descarado, andaba con poco dinero en el bolsillo, no presumía de relojes ni otros objetos de valor. Recientemente se había comprado un celular nuevo para tomar mejores fotos, pero no era uno de esos demasiado caros. En cambio, nos atormenta un pensamiento más oscuro: el del tráfico de órganos. La forma en que encontraron el cuerpo... descuartizado, sin el torso. Es horrible incluso decirlo, pero en estos momentos no se puede descartar nada”.
Finalmente el tío recordó a Alessandro como “un buen chico, una persona alegre, servicial y abierto a la vida. Era un biólogo brillante, con una carrera que comenzó en Londres. Le encantaba viajar, descubrir el mundo. Estaba en Colombia de vacaciones, un momento de relax”.