AJorge Enrique Robledo nadie lo traiciona dos veces. Por eso, en la actualidad, el político tolimense, elegido diez veces como el mejor senador del país, no tiene relación con el presidente Gustavo Petro. El vínculo está roto tras un engaño político en 2010 y –por ahora– la fisura está lejos de cicatrizarse. Mucho más si se tiene en cuenta que el excongresista, a pesar de ser un hombre de ideas progresistas, ha sido uno de los más duros críticos de la gestión del jefe de Estado.
¿Cómo califica al Gobierno de Gustavo Petro?
Yo no voté por Gustavo Petro, yo voté en blanco en esta elección pasada y en la antepasada. Porque conozco a Petro de cerca y sé que ese gobierno iba a ser muy malo. Pero tengo que decir que resultó bastante más malo de lo que yo pensé. O sea, este gobierno es un desastre. Los gobiernos anteriores también fueron muy malos. Por eso ganó, entre otras cosas, o si no, no hubiera ganado. Pero él está haciendo un esfuerzo enorme por superarlo. Vamos a ver qué termina pasando al final, pero es un gobierno pésimo. Por donde uno lo coja, es un pésimo gobierno.
Ustedes son hombres catalogados de izquierda, ¿por qué no hay comunicación en la actualidad?
Gustavo Petro fue el candidato del Polo a la presidencia en el 2010, a pesar de que otros queríamos en el Polo a Carlos Gaviria. Cuando él fue el candidato, hizo una pésima campaña, nos fue supermal. Y cuando el Polo se declara en oposición a Santos, como era lo obvio, Petro sale ante los medios y dice yo no acepto esa decisión, yo me voy a aliar con Santos. E hizo una alianza con Santos que le duró los dos gobiernos de Santos, ocho años. entonces digamos que eso es una traición en política, una traición grave, entonces yo he dicho que a mí nadie me traiciona más de una vez .
El ministro Cristo se la pasa todos los días en busca de un acuerdo nacional y unos consensos, pero tras la caída de la reforma tributaria, todos los funcionarios y el presidente han mandado un mensaje bastante negativo, bastante extorsionista, ¿cómo lo analiza usted? ?
Uno de los errores graves que está cometiendo Petro desde que se posesionó es ese talante autoritario, ultraagresivo que él tiene el derecho de maltratar, de insultar, de vilipendiar al que se le dé la gana y después pretende que todos esos agredidos y atacados se le arrodillen a hacer el mandado que al se le dé la gana hacer. Así no se puede hacer política, eso es imposible, salvo que el único respaldo que consiguiera sea el de los enmermelados, pero eso tiene un límite, hay gente que tiene dignidad y no se deja más tratar de esa manera, entonces él no puede aspirar a unir al país en torno a leyes a punta del maltrato. Petro es economista, pero yo he venido diciendo que Petro es un economista que tiene la suerte de que en Colombia los títulos de economista no sean revocables. Porque si fueran revocables, ya le habríann quitado el de él. O sea, la mediocridad conceptual de Petro en asuntos de economía es inmensa. Esa plata la quería para hacer politiquería.
El Gobierno tiene indicadores de baja ejecución, ¿usted teme con muchos sectores de oposición que el Gobierno con ese flujo de caja lo pueda usar de cara a las elecciones del 2026?
Hay muchas denuncias sobre que el gasto público desde siempre en este gobierno no se ha ejecutado como debe ser. Yo creo que eso tiene que ver en proporciones muy grandes con la incapacidad. Este es un gobierno muy mediocre, pero Petro es un incapaz para gobernar a un país, y eso ya lo ha demostrado y se ha rodeado, no de todos, pero en proporciones muy grandes, de un poco de charlatanes y de politiqueros y de corruptos. Entonces uno no puede esperar que ahí algo funcione. Y no me sorprendería que en sus astucias, porque a Petro sí hay que reconocerle que es un politiquero y es astuto, esté guardando plata para las elecciones del 2026.
¿Qué piensa del gabinete?
Yo siempre he tenido la idea de que el problema principal de los gobiernos malos no son ni siquiera los gabinetes y este tiene un poco de gente horrible, por ejemplo ese ministro de Educación, eso es una vergüenza para un país. Petro no actúa como director de la orquesta porque está dedicado es a la politiquería de los mensajes y a ese tipo de cosas y a los viajes y a las rumbas y a ese tipo de cosas. Y un equipo de cualquier cosa, de fútbol, de gobierno,lo que sea, si el capitán, que se supone que es el presidente, no es capaz de dirigirlo bien, pues no es posible dirigirlo.
¿Qué tanto capital político le han restado al Gobierno los escándalos de corrupción?
Bastante, yo siento que hay mucho desilusionado entre la gente que votó por Petro, que votó como se suele votar con ilusiones y pensando que las cosas se iban a resolver, le siento un deterioro inmenso, porque está resultando en proporciones muy grandes al revés de lo que digo. Cada vez se parece más a los gobiernos anteriores.
El presidente no le ha soltado la mano a Armando Benedetti, pero se la soltó en su momento a Ricardo Bonilla, a Carlos González, por escándalo de corrupción. ¿No es como una contradicción eso de que personas que estén tan criticadas y cuestionadas sigan?
No ha tocado a Roa, que está superencartado por donde uno lo quiera coger. Hay mucha gente, y puede tener la razón en que lo que dice es que Petro necesita el silencio de esos personajes. Esos personajes saben demasiado. Yo no sé hasta dónde, porque no tengo la información suficiente, pero puede tener que ver con eso.
¿Está comprando silencios?
Puede estar comprando silencio, evitando escándalos. Por que lo cierto es que esa campaña, o sea las historias que conocemos, las declaraciones que se han publicado, son cosas escabrosas. Eso fue una cosa repugnante esa campaña electoral del presidente Petro. Y son demasiados los hechos repugnantes con los que está gobernando. Es una cosa horrosa lo que está sucediendo.
¿Cómo va la paz total?
La primera conspiración contra la paz total es la de él, porque si el presidente se para y dice, los que nos hemos alzado en armas contra el Estado somos los mejores colombianos, hágame el favor, si usted está en la mitad de la selva y tiene un fusil, usted oye eso y dice, yo por qué me voy a salir de aquí. Es que hasta en eso fracasa.