Con más de 500 votos, el expresidente César Gaviria fue reelegido en la tarde de este jueves como director único del partido Liberal.
En medio de la jornada, los ánimos de los presentes estuvieron fuertemente caldeados a raíz de las divisiones internas de la colectividad. La fractura es evidente y hay, por lo menos, dos grandes bandos: los que apoyan que el liderazgo del movimiento siga en manos del expresidente César Gaviria y los que se opusieron a la continuación de su mandato.
Efraín Cepeda sobre propuesta de crear coalición para elecciones 2026: “Tenemos que trabajar unidos”
En medio de estas divisiones, otro grupo, liderado por Juan Carlos Losada, exigió una dirección colegiada.
“Ni el Consejo Nacional Electoral de Venezuela ha sido tan descarado como lo que hemos visto en la Convención Nacional del Partido Liberal”, recriminó Losada.
“Es realmente absurda e indignante la estrategia que están usando los gaviristas para perpetuar su poder en el Partido Liberal. Decir que quienes proponemos una dirección colegiada lo hacemos porque somos petristas es una afirmación vil y mentirosa que solo quiere desviar la atención. Nuestra invitación es a que demos el debate con altura. Nuestro partido merece ser ese proyecto político catalizador y renovado que tienda puentes para salir de la polarización”, agregó.
Para colmo de males, en medio de las deliberaciones, se presentaron empujones y agresiones verbales entre los dirigentes políticos.
El evento, que tenía previsto iniciar a las 10 de la mañana, terminó arrancando pasadas las 4 de la tarde, en medio de coros a favor y en contra de Gaviria. Además, se escuchó en el recintó el “¡Fuera Petro!”.
Por su parte, Héctor Olimpo, exgobernador de Sucre, reconoció que las divisiones le han hecho gran daño a la colectividad.
“La seguridad, el empleo y la descentralización son las banderas por la cuales el Liberal debe luchar. Necesitamos gobiernos territoriales fuertes. El individualismo no es lo que mueve el liberalismo, es la humanidad, solidaridad y el progreso”, manifestó.
La tensión en las toldas roja tiene un origen claro: la intención del presidente Petro de que en la nueva convención sea escogido un integrante que sea más afín a sus políticas. Luis Fernando Velasco, exministro del Interior, sería, supuestamente, la principal ficha del jefe de Estado.