Querido Niño Dios, aunque sé que vas a estar muy ocupado en esta Navidad y no tendrás mucho tiempo para leer esta carta con una lista de regalos, permíteme abusar de tu confianza para hacerte algunas peticiones para varios personajes de la vida nacional. Ellos –pero sobre todo el país– sabrán agradecerte tu bondad y generosidad, al tomarte la molestia de traerles los presentes que a continuación te pido. No escatimes en gastos que –aunque la mano está dura y el año entrante se pondrá peor– puedes estar seguro de que bien vale la pena el sacrificio.
Espero no causarte molestias con esta carta y deseo que esta noche pongas en sus casas, al pie del Árbol de Navidad, los regalos que te pido para ellos a continuación: