Una de las columnas vertebrales del programa de gobierno de Gustavo Petro es la denominada paz total y su principal apuesta es la negociación con el ELN. En estos asuntos hay buenas y malas noticias, y para poner en perspectiva esta política cuando se termina este año EL HERALDO les preguntó a varios expertos sus opiniones.
'La negociación es la única vía'. La ex negociadora del gobierno del expresidente Juan Manuel Santos con el ELN, Angélika Rettberg, investigadora de ciencias políticas y experta en resolución de conflictos, señaló a este diario que 'lo que va bien es que se recobró el entusiasmo por la implementación del acuerdo con las FARC, se entablaron diálogos con el ELN y se reconoce que la negociación es la única vía para terminar con la violencia política. Se reconoce que la paz es un tema amplio, que requiere de una estrategia integral, incluyendo factores de violencia que no están organizados en organizaciones ilegales como las guerrillas'.
También, agrega, va bien la estrategia de normalizar relaciones con Venezuela: 'Ambos países se necesitan, y para Venezuela la participación en el proceso con el ELN es una forma de posicionarse de nuevo internacionalmente y participar en discusiones sobre cambio interno sin perder la cara'.
Pero, advierte, va mal el hecho de que la paz total requiere una estrategia para combatir las economías ilícitas, especialmente en zonas de frontera: 'Esa estrategia no puede ser sólo de Colombia, sino internacional. Y mientras ese factor no se resuelva, tendremos una y otra vez una masa de jóvenes reclutables dispuestos a hacerle el trabajo sucio a las organizaciones criminales'.
Y, así mismo, observa Rettberg, 'la paz total abre muchos frentes simultáneos y requiere coordinación y financiación. No veo claridad en ningunos de esos aspectos'.
'No corresponde a la realidad'. El coronel (r) John Marulanda, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares, Acore, advierte a este medio que 'los voceros del ELN presentaron un mapa de violencia del país que no obedece a las realidades que se están viviendo hoy en día: ellos están casados con la teología de la liberación, la doctrina del enemigo interno, con cosas como esas que no obedecen a la realidad de la violencia que estamos viviendo hoy, es decir ellos presentan una doctrina desueta'.
Añade el exmilitar, magíster en estudios políticos y licenciado en filosofía e historia, que los elenos están siguiendo el patrón de las FARC, proponiendo una nueva mesa de diálogo a partir de enero en México 'y por supuesto es un gobierno proclive, amigo, simpatizante del gobierno de Colombia', advirtiendo que en esos diálogos 'la posición de quien sería el contrapeso ‘Pepe’ Lafaurie es ambigua, no es clara, no solamente en lo que ha dicho sino lo que escribió en su última columna'.
'No hay una estrategia'. Daniel Rico, investigador de la Fundación Ideas para la Paz, FIP, sostuvo a este periódico que la paz total genera algo de expectativa y sobre todo mucha incertidumbre en lo judicial y en el modelo territorial de cómo se va a implementar el proceso.
'Más allá del eslogan del discurso es qué tan probable es hacer un proceso de reconciliación, paz y mejora de las condiciones en territorios altamente complejos con poca presencia del Estado y sobre todo muchísima coca, y este gobierno lo que ha mostrado es que todavía no tiene una estrategia para eso, a diferencia de los procesos con las AUC en el 2003 y el de La Habana en 2012, donde había una estrategia clara de seguridad que se cubría con un proceso de paz. Aquí, más allá de eso no hay fondo', cuestionó.
Agrega en este sentido el politólogo y economista que si se toma el mejor ejemplo, que es Buenaventura, donde hay un proceso de avance entre dos grupos armados ilegales, '¿cuál es la estrategia de presencia allá, se está fortaleciendo la Armada, hay más capacidades de movilidad, más recursos de inteligencia? Eso es lo que debería estar detrás de la paz total para que realmente podamos hablar de un proceso sostenible, más allá de que esos son acuerdos - de manera interna la mafia permanentemente llega a acuerdos-, el Gobierno lo que está haciendo es facilitar esos acuerdos sin hacer justicia, sin presencia estatal y sin desarrollo, por eso genera mucha vulnerabilidad y pocas expectativas y ya vemos como el ELN y otros grupos han empezado a salirse del proceso localmente y empiezan a mostrar manifestaciones de alto nivel de violencia'.
Los primeros acuerdos con el ELN. El pasado 12 de diciembre culminó el primer ciclo de los diálogos de paz con el ELN en Caracas, iniciados el 21 de noviembre, y se anunciaron cuatro acuerdos: se retomó como guía el acuerdo de agenda y sus ejes esenciales firmado en marzo de 2016, y la institucionalización de la mesa con protocolos con reglas claras y el apoyo de la comunidad internacional.
También sobre acciones y dinámicas humanitarias: un acuerdo parcial de atención de emergencias, que iniciará a partir de enero de 2023, sobre el Bajo Calima (Valle del Cauca) y el Medio San Juan (Chocó), y la atención de emergencia humanitaria a un grupo de presos políticos del ELN.
Y se desarrollaron trabajos para acordar la estrategia y el plan de comunicaciones y pedagogía. Además se informó que desde el pasado 7 de agosto a la fecha el ELN ha dejado en libertad a 20 personas entre civiles e integrantes de la fuerza pública.
80 días sin asesinatos en Buenaventura. El pasado 7 de diciembre se reportó que el laboratorio de paz entre bandas criminales de Buenaventura, Valle del Cauca, ha producido una reducción del 97% en homicidios, que se traducen en 80 días sin asesinatos en la región.
Esto por la fase exploratoria de diálogos entre las bandas ‘Los Espartanos’ y ‘Los Shottas’, que 'se convierte en un modelo, un laboratorio de paz para todo el país; no para replicar el mismo proceso, pero sí para generar confianza en otras organizaciones a nivel nacional', dijo monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de la Diócesis de Buenaventura.
Al respecto, el presidente Gustavo Petro explicó que 'es un proceso de pacificación urbano y tiene más que ver con procedimientos de acogimiento a la justicia', y añdió que este proceso tendrá 'un compromiso del Estado para resolver problemas sociales muy profundos, de muy público conocimiento que se localizan en la ciudad de Buenaventura'.
¿Reducción o aumento de violencia?. El pasado 15 de noviembre, cuando se cumplían sus primeros 100 días de gobierno, Petro informaba de una 'reducción de homicidios en todo el país: En este momento tenemos una reducción del 4% muy insuficiente todavía. Y aquí se mide la política de la paz total'.
Reportó también la sanción de la Ley de Paz Total, 'una de las principales leyes con la cual tendremos los instrumentos jurídicos para abrir procesos de negociación. Unos de tipo político, ya empezó el del ELN, otros de tipo jurídico, como el acogimiento a la justicia de bandas y organizaciones sin origen político en Colombia'.
Así mismo, anunció el jefe de Estado que 'la seguridad humana se medirá en vidas no en muertes' y que 'más de 10 grupos al margen de la ley están en cese unilateral del fuego en este momento, y esperamos que sean todos, eso es lo que llamamos paz total'.
No obstante, Indepaz ha registrado, hasta el pasado 14 de diciembre, 186 líderes sociales asesinados en 2022, 73 desde que asumió Petro. Y, así mismo, reporta 94 masacres este año, 32 desde el pasado 7 de agosto. Y en cuanto a desmovilizados asesinados el centro de pensamiento informa de 40 en 2022, 9 en la era Petro. En total suma Indepaz 345 firmantes de paz muertos desde el acuerdo de paz y 1.406 líderes sociales asesinados desde 2016.