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Mientras cada día surgen nuevos cuestionamientos en su contra, el registrador Nacional, Alexander Vega, opta por el silencio como única respuesta. Su mutismo es la peligrosa forma de resolver las inmensas y graves dudas que asaltan a los colombianos a escasas dos semanas de la más trascendental de sus elecciones.

Vega no quiere hablar y –al parecer– tampoco hay autoridad que lo obligue a hacerlo.

Nunca antes en la historia reciente del país las palabras 'robo' y 'fraude' se habían pronunciado con tanta insistencia por parte de los colombianos.

A excepción del Pacto Histórico, que lo cuestionó duramente antes de las elecciones del 13 de marzo y ahora guarda llamativo silencio, todos los partidos y movimientos políticos del país tienen dudas sobre las garantías que ofrece el registrador. Su idoneidad y las garantías que ofrece la entidad bajo su cargo están siendo duramente cuestionadas. Pero –pese a ello– Vega sigue en su cargo fresco como una lechuga.

Los más recientes cuestionamientos al registrador nacional corrieron por cuenta de la senadora del Centro Democrático Milla Romero, quien durante un debate en el Congreso retomó la hipótesis de un posible fraude electoral durante la primera vuelta presidencial, el próximo 29 de mayo.

'Mientras a Colombia Humana le tocaron 23.384 jurados, al Partido Liberal 2.582, al Centro Democrático 1.798, al Partido Conservador 6.371, al partido de la U 4.797 y a Cambio Radical 3.580', afirmó Romero, refiriéndose al número de jurados en las mesas de votación.