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Dos hechos políticos derribaron el ambiente de unidad que se percibía en la coalición Centro Esperanza.

El primer balde de agua fría ocurrió tras el anuncio del partido Colombia Renaciente de su salida de la alianza de centro por su supuesto veto a la candidatura de Luis Gilberto Murillo.

'Vi, con gran tristeza, a la coalición expresar que el número de precandidatos debilita. Y, lo que es peor, ni siquiera consideraron, por un simple criterio de inclusión, la llegada de una mujer y la mía, que era la oportunidad única para que el país se sintiera representado en su totalidad. Conclusión: en su corta visión, ¿será que no soportaron la llegada de una mujer y de un negro?'.