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El general Jorge Enrique Mora Rangel es el último general 'tropero' que ha tenido el Ejército Nacional. Su voz y sus órdenes eran escuchadas con atención y reverencia por sus subalternos y hasta por sus superiores, como sucedió durante la negociación del gobierno de Andrés Pastrana con las Farc en el Caguán.

En aquella oportunidad el general Mora -entonces comandante del Ejército- puso a disposición de su jefe inmediato -el general Fernando Tapias- su renuncia por cuenta de sus profundas diferencias con el negociador del gobierno, Víctor G. Ricardo. La cabeza de Mora en aquel momento fue pedida por el propio presidente Pastrana, pero lo sostuvo el General Tapias, quien le respondió a Pastrana: 'Si se va Mora, Presidente, me voy yo también'.

Por ese liderazgo indiscutido fue que el presidente Juan Manuel Santos lo llevó a la mesa de negociación de La Habana. Hábilmente Santos aprovechó la ascendencia de Mora ante las tropas para enviarles un mensaje de tranquilidad tanto al país como a los batallones. Fue una de las tantas jugadas astutas de Santos para sacar adelante una negociación controversial y controvertible.

El general Mora acaba de publicar sus explosivas memorias como negociador del gobierno de Santos en La Habana.

Bajo el sugestivo título 'Los pecados de la Paz', publicado por Editorial Planeta, el general Mora se despacha contra todos y contra todo. En una especie de catarsis saca a la luz todos los 'sapos' que tuvo que tragarse para no ser considerado la oveja negra de la negociación y el hombre que hizo fracasar la paz con las Farc.