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Luego de seis años de estar entrando y saliendo del Congreso de la República, finalmente fue sancionada la Ley de comida chatarra por parte del presidente Iván Duque, con la que los alimentos ultraprocesados y con alto contenido en azúcar, sodio y grasas deberán mostrar un etiquetado frontal con la advertencia correspondiente.

La iniciativa, de autoría del representante Mauricio Toro, de la Alianza Verde, 'hace que Colombia avance en la implementación de una medida de salud pública, que permitirá identificar mediante sellos frontales, con información clara y sencilla, aquellos productos que tengan exceso de azúcar, sodio o grasas y así proteger la salud de niños, niñas, y todos los colombianos'.

Esta norma, que no contiene prohibiciones de producción y comercialización, fue tumbada en tres intentos en debates en el Legislativo, fundamentalmente, comenta su autor, 'por el ‘lobby’ de la industria antes de su primer debate y con las oposiciones del Ministerio de Comercio y los gremios'.