El embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, le comunicó verbalmente al presidente Iván Duque su decisión de dejar el cargo. El diplomático vendría a Colombia la próxima semana para entregarle la carta de dimisión.
No obstante, Santos estará en el cargo hasta que sea designado otro embajador.
Ya en enero de 2020, Santos había presentado su renuncia luego de los polémicos audios que se filtraron, de una conversación que tuvo con la actual canciller Claudia Blum.
En los audios se escucha cuando Santos lanzó fuertes críticas al exministro de Defensa Guillermo Botero y al anterior canciller Carlos Holmes Trujillo, quien pasó a la cartera de Defensa.
En ese momento, Duque resaltó la gestión de Santos en Estados Unidos, pero agregó que los embajadores como los ministros están en su cargo hasta que él lo determine.
'El doctor Francisco Santos es una persona que puede seguir colaborando en otros frentes, en ese lugar o donde yo lo determine. (...) Creo que es una persona que le ha servido bien a Colombia y nosotros tenemos claro que ha tenido una gran gestión en los Estados Unidos y que esa gestión la ha desarrollado con lujo de detalles', dijo Duque el año pasado.
La semana pasada Francisco Santos admitió que el apoyo de congresistas del partido de Gobierno Centro Democrático a la campaña de Donald Trump hizo daño a las relaciones bilaterales que ha tenido el país con Estados Unidos.
'Hicieron daño, tengo que ser absolutamente sincero. Se lo dijeron al presidente (Iván) Duque algunos congresistas cuando hablaron con él el año pasado en noviembre y diciembre. Sí se generó un problema con esa intervención, un problema importante', dijo Santos.
Sin embargo, el embajador Santos negó tajantemente que el jefe de Estado colombiano se hubiera inclinado en favor de Donald Trump o en contra de Joe Biden.
El embajador Santos aseguró que la situación deja una lección y es 'que la política es para dentro, no para afuera'.
De todos modos Santos dijo que actualmente las relaciones entre los dos países están bien y que eso se refleja en la llamada telefónica, en abril pasado, del secretario de Estado Antony Blinken al presidente Duque, al igual que otros contactos de la administración Biden con Colombia.
