Ahora que el 2020 está por terminar es tiempo de hacer balances y de reconocer a quienes tuvieron un gran protagonismo, tanto a nivel nacional como internacional. Este año será recordado –¡por desgracia!– como el de la pandemia (el del coronavirus o Covid-19) que nos cambió la vida a todos y ha dejado hasta el momento más de 1.600.000 víctimas en el mundo. En Colombia la cifra de fallecidos supera los 30.000.
Pocas personas –incluyendo la comunidad científica– llegaron a imaginarse que lo que comenzó en diciembre de 2019 como un simple rumor en una provincia de China, sobre la existencia de un mortal virus transmitido por los animales a los seres humanos, terminaría 12 meses después en una de las peores pandemias de la humanidad.
En cuestión de meses el coronavirus se propagó en el mundo de forma exponencial. Europa toda sufrió los embates letales del virus y países como Italia y España, entre otros, debieron enfrentar a un poderoso enemigo para el que no estaban preparadas. Las imágenes de miles de muertos en calles y hospitales recorrieron el mundo y sembraron el pánico en millones de personas.
Estados Unidos y Brasil también soportaron la mortal arremetida del virus. La testarudez de sus mandatarios –Donald Trump y Jair Bolsonaro, quienes se mostraron reacios a adoptar las medidas que permitieran controlar la expansión masiva del virus– llevó a sus países a aportar un increíble número de víctimas. El primero de ellos registra más de 250.000 muertos y el segundo 180.000 hasta la fecha.
Pero mientras en el mundo los gobernantes tratan de contener el virus de manera presurosa y la comunidad científica busca sacar cuanto antes al mercado la vacuna que ponga fin a la mortandad, los médicos –y todos los trabajadores de la salud en general– arriesgan sus vidas atendiendo a los millones de pacientes que requieren de sus servicios con urgencia. Salvar la vida de otros implica poner en riesgo la propia, pues las posibilidades de contagio del virus se incrementan con el contacto directo con los pacientes.
Al estar 'en la primera línea de combate' contra el virus hace que los médicos y enfermeras, entre otros trabajadores de la salud, pongan en riesgo su integridad y su vida. Y eso –precisamente– es lo que han hecho y seguirán haciendo los médicos del país y del mundo, porque su vocación de servir a los demás los lleva a olvidarse, inclusive, de su supervivencia.
De hecho, en los primeros 180 días de la pandemia en Colombia murieron 63 médicos y auxiliares de enfermería por coronavirus, según reportes del Instituto Nacional de Salud (INS). Y de acuerdo con estudios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de unos 570.000 trabajadores de la salud que se contagiaron en esos primeros 180 días, cerca de 2.500 murieron en los países de la región.
Al enorme riesgo que implica tener que atender pacientes contagiados de Covid-19 durante las 24 horas del día –muchas veces sin contar con los elementos de bioseguridad requeridos– se suma la incomprensión de un sector de la sociedad –por fortuna minoritario– que asumió una posición hostil hacia quienes están salvando nuestras vidas. Ese absurdo comportamiento ha dificultado mucho más no solo el ejercicio de su apostolado –que lo es–, sino la convivencia social tanto suya como de su familia.
De manera que si bien es cierto que este 2020 será recordado como el del coronavirus o Covid-19, es preciso reconocer y destacar la labor de quienes con abnegación y entrega absoluta dedican las 24 horas del día a combatirlo y derrotarlo: los médicos y todo el personal del área de la salud, quienes arriesgan y entregan sus vidas por salvar las nuestras. Ellos merecen ser los personajes de 2020. A todos ellos gracias por su dedicación y –sobre todo– por su sacrificio, que los ha llevado muchas veces a olvidarse de su familia por cumplir con su vocación y su deber. ¡Gracias de forma sincera y de todo corazón!