Una fuerte controversia se ha generado en torno a la escogencia del excontralor de Bogotá, Juan Carlos Granados, como nuevo integrante de la Comisión de Disciplina Judicial al tiempo que es llamado a juicio por el escándalo de Odebrecht.
Granados, quien deberá responder el próximo lunes ante la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia por supuestamente haber recibido $200 millones de la multinacional brasileña cuando en 2011 estaba en campaña para la Gobernación de Boyacá, fue elegido el pasado miércoles por el Congreso en pleno, tras ser ternado por el presidente Iván Duque, como uno de los siete nuevos magistrados de la instancia que se encarga de sancionar a abogados, fiscales y jueces.
En octubre de 2018, la Fiscalía General ya le había imputado a Granados los delitos de concierto para delinquir, interés indebido en la celebración de contratos y tráfico de influencia de servidor público, por este mismo caso.
Por su parte, la Presidencia defendió el nombramiento de Granados, ya que, afirma, los funcionarios delegados revisaron 'los antecedentes penales, fiscales y disciplinarios de todos los candidatos inscritos' y 'no encontraron antecedentes inscritos que legalmente impidieran su aspiración'.
De esta manera, el exgobernador boyacense fue ternado por el jefe de Estado tras 'la verificación documental de los antecedentes de estas personas, en los cuales no figura ninguna sanción'.