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Por un pequeño margen de 18 votos por el sí y 17 por el no, la Comisión Primera de la Cámara negó este martes el archivo del nuevo proyecto de acto legislativo para regular el uso recreativo de la marihuana en Colombia.

Esto luego de que el año pasado se hundiera la iniciativa del senador Gustavo Bolívar, de los Decentes. La nueva propuesta es del representante liberal Juan Carlos Losada.

La discusión entre los partidos de derecha, que estaban en contra, y los de centro e izquierda, que avalaban la iniciativa, estuvo para alquilar balcón.

La representante Adriana Magali Matiz, del Partido Conservador, pidió el archivo de la iniciativa: 'Los congresistas en 2016 que permitieron la legalización del cannabis medicinal eran menos proclives a legalizar el uso recreativo. Y aunque dicen que es una droga inocua, quizá menos dañina que el tabaco y que el alcohol, también es cierto que ello sin duda es falso en relación con estudios técnicos y científicos que existen en el mundo: la ONU dijo que varios de los efectos a corto plazo son la intoxicación, trastornos de conciencia, cognitivos y efectos sicosociales a largo plazo, la dependencia por ejemplo'.

Entre tanto, José Daniel López, de Cambio Radical, planteó que 'a razón de qué el Estado debe invadir la órbita de la autonomía personal de los ciudadanos. Deben ser la educación, la cultura y la conciencia colectiva los catalizadores para prevenir el consumo; no el camino prohibicionista que se perpetúa. En razón de qué vamos a seguir condenando a Colombia a una guerra sin fin, porque el camino de la prohibición lo único que da es el incremento de la rentabilidad del negocio de la droga y por eso Colombia sigue condenada a una guerra perpetua'.

De otro lado, Edward Rodríguez, del Centro Democrático, puso de presente que 'aquí hablamos de la instrumentalización de nuestros niños y adolescentes, que son reclutados por organizaciones criminales, con el mecanismo de que cogen al 'pelao', le dan su primer 'cachito'; luego le dicen 'es que esto vale plata, déme lo de sus onces', y le dicen que no le alcanza, y lo inducen a que induzca a otros compañeros o que entre a la organización para que haga plata'.

A su turno, César Lorduy, de Cambio Radical, consideró: 'Estamos obligados a defender el derecho a la libre personalidad. ¿Cómo le vamos a decir a la Constitución que no estamos de acuerdo con ese derecho? Tendríamos que estar en contra del derecho a la igualdad, e incluso en contra del derecho a la salud. Y alejarse de esa perspectiva podría confundir el debate. El debate no es si el consumo afecta o no, o si el narcotráfico es bueno o malo, sino si se permite que los ciudadanos puedan ejercer esos derechos, incluso en torno a la cannabis'.

Pero su copartidario, Jorge Méndez, le replicó: 'No podemos confundir libertad con libertinaje. Me preocupa el mensaje que se envía con este proyecto de acto legislativo. Como representante de San Andrés, altamente golpeada por el narcotráfico, que ha dejado cientos de personas desaparecidas en el mar y cientos de jóvenes presos en Centroamérica, no puedo estar de acuerdo con este proyecto'.

Y el representante Germán Navas Talero, del Polo, cuestionó: 'Todo lo que sea prohibir les gusta a los colombianos, este es un pueblo que nunca ha sabido ser libre. Yo detesto las prohibiciones, aparecen cuando se es incapaz de convencer al otro. Los prohibicionistas dicen 'si se fuma un 'cachito' de marihuana lo voy a podrir en la cárcel'. Todos hemos tomado whisky, no seamos hipócritas, tan dañino es el alcohol o peor que la marihuana. Esa es la doble moral del político'.