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Después de su paso devastador por Europa, ahora el foco de atención del coronavirus apunta a América Latina, donde varios países empiezan a sentir el rigor de la pandemia. Las cifras indican que si el presente es preocupante el futuro podría ser catastrófico.

No es un asunto de alarmismo, sino de realismo. En las tres primeras semanas de mayo, los casos de coronavirus en América Latina pasaron de 230.000 a 590.000. Es decir, el incremento fue superior al 150 por ciento. Todo ello sin que el virus alcance su pico de contagio, proyectado para finales de junio o comienzos de julio en casi todos los países de la región. A este crecimiento exponencial del coronavirus en América Latina contribuyó sin duda alguna el manejo irresponsable que Brasil le ha dado a la pandemia.

Su presidente Jair Bolsonaro muestra un desprecio absoluto por la vida humana, así como una ineptitud inigualable a la hora de asumir el reto de manejar la situación. De hecho en las últimas semanas Brasil reportó 182.000 nuevos casos, cifra que pocos países en el mundo habían mostrado en tan poco tiempo.

La situación del Amazonas -zona fronteriza con Colombia- es dramática, pues organismos internacionales defensores de Derechos Humanos no descartan que ocurra un genocidio en las comunidades indígenas, debido a la precariedad que presenta toda la red hospitalaria en la zona. El otro vecino en serios problemas es Venezuela.

Ante la incapacidad de hacerle frente a la pandemia, Nicolás Maduro optó por valerse de dos herramientas tan inciertas como peligrosas: valerse del subregistro de los casos -algo más de 800 contagiados hasta el momento- y señalar de manera cantinflesca a Iván Duque de ordenar 'infectar' a venezolanos antes de retornar al vecino país.

'La orden que dio Iván Duque -yo lo denuncié- todo lo que se pueda hacer para contaminar a Venezuela', declaró Maduro en una alocución en cadena nacional. Después de Brasil, con su escandalosa cifra de contagiados, sigue Perú, que ya superó los 100.000, mientras que el número de muertos alcanzó los 3.000.

Aunque tiene nueve semanas de haber decretado una cuarentena en todo su territorio, la situación sanitaria del Perú tiene al borde del colapso a toda la red hospitalaria, lo que podría agravar mucho más la situación en las próximas semanas. Ecuador también registra cifras alarmantes, tanto en el número de contagiados como de fallecidos, aunque sin alcanzar los números de Brasil y Perú.

La situación más preocupante es la de Guayaquil, donde -según cifras oficiales- el 33 por ciento de sus 2.7 millones de habitantes están contagiados. La situación se agravó con el colapso de la red hospitalaria, que resultó insuficiente para atender el extraordinario número de pacientes de las últimas semanas. Panamá es el país centroamericano con mayor número de contagiados y fallecidos, aunque sin alcanzar las cifras de los otros países vecinos de Colombia.

Los primeros alcanzaron los 8000 y el número de fallecidos superó los 200. Curiosamente mientras el vecindario trata de apagar el incendio del coronavirus, unos países con mejores resultados que otros, Colombia se mantiene con cifras manejables y con un panorama alentador con miras al crecimiento que se tiene proyectado para las próximas semanas.

En efecto, el número de contagiados ya superó los 20.000, mientras que los fallecidos alcanzaron los 700. La apuesta de todos los países ha sido la de 'ganar tiempo' y tratar de prepararse para hacerle frente a la etapa más crítica de la pandemia. En esa preparación unos han sido más efectivos que otros, como lo muestran los resultados hasta el momento.

La respuesta de Colombia ha sido una de las más efectivas, lo que ha llevado al Gobierno Nacional, con el presidente Iván Duque a la cabeza, a mantener las medidas adoptadas, entre ellas la llamada cuarentena, que amplió hasta el próximo primero de junio. ¿Cómo afectará la situación de los países vecinos a Colombia en su propósito por contener de manera efectiva la arremetida del coronavirus?