Un nuevo episodio de bajada de pantalones por parte de Antanas Mockus se vivió este viernes durante la instalación del nuevo Congreso y mientras intervenía el presidente del Senado, el barranquillero Efraín Cepeda.
De hecho, el acto tuvo las mismas motivaciones que el de la década de los noventa, cuando el ahora senador de la Alianza Verde era rector de la Universidad Nacional.
En aquel momento los estudiantes no lo dejaban intervenir, hacían ruido y no respetaban su palabra y el filósofo decidió bajarse los pantalones y mostrar el trasero a los jóvenes.
Esta vez, los congresistas no dejaban proseguir con sus palabras al presidente conservador del Congreso, ante ello Mockus pidió silencio y luego de que desatendieran su solicitud, procedió a hacer lo mismo.
El bajarse los pantalones era un acto simbólico utilizado en la antigüedad y el medioevo para ofender a los enemigos antes del combate.
Al respecto, Mockus dijo a periodistas: 'Cuando la gente no escucha y se irrespeta sistemáticamente y eso se vuelve una costumbre, pues hay que crear un comportamiento (…). Creo que es importante que cuando la gente habla sea escuchada, la gente empieza a hacer ruido, se vuelve absurdo, el presidente del Congreso hablando y la gente del Congreso no oyendo. (…) Un cuerpo colegiado no puede ser un lugar en el que mientras un orador habla los demás desatiendan'.
Antes de la instalación
Antes de que se iniciara la instalación, se le vio a la excandidata al Congreso, Gloria Flórez, de los Decentes, quien llegó a denunciar el 'fraude' que hubo en su contra luego de que el Consejo Nacional Electoral, CNE, estableciera tres curules para el partido cristiano Colombia Justa-Libres, perjudicando con igual número de credenciales para los Decentes, los Verdes y el Partido Conservador.
También llegó temprano el excandidato presidencial Gustavo Petro, a quien las trabajadoras de la limpieza y la cocina del Legislativo, antes de que ingresara al recinto, abordaron emocionadas para una selfi.
Entre tanto, en la entrada del segundo piso del Salón Elíptico, donde suele situarse la prensa, las autoridades impedían la entrada de los periodistas pero dejaban pasar a invitados especiales, argumentando que 'se podía caer' ese espacio de las barras si se permitía la entrada de mucha gente.
Entre los invitados especiales se les vio en la instalación al expresidente César Gaviria; al exvicepresidente Francisco Santos –acompañando a su hijo Gabriel, nuevo parlamentario del uribismo-; al presidente de Fedegán y columnista de este diario, el samario José Félix Lafaurie y al exministro Fabio Valencia Cossio –acompañando también a su hijo Santiago, igualmente legislador del Centro Democrático-, entre otros.
Los ausentes Jesús Santrich e Iván Márquez fueron llamados a lista en varias ocasiones pero luego fueron declarados ausentes: el primero porque está preso y el segundo porque desistió de asistir al Capitolio. No obstante, antes de perder su investidura tiene ocho días para presentarse, o de lo contrario serán reemplazados por Alirio Córdoba y Benkos Biohó, respectivamente.
Los más aplaudidos al momento de llamado a lista fueron Mockus –antes de que se bajara los pantalones-, por lo que la mesa directiva hizo un llamado de atención para que se abstuvieran de aplaudir en adelante. Por ello, la bancada de los Decentes solo agitaron las manos en el aire cuando escucharon su nombre, pero el Centro Democrático sí estalló en aplausos rebeldes cuando mencionaron el nombre de Álvaro Uribe.
De otro lado, los costeños de la comisión protocolaria para buscar al presidente Juan Manuel Santos a la Casa de Nariño, fueron: Armando Zabaraín, Karen Cure, Silvio Carrasquilla, Alfredo Deluque y Laura Fortich.
Como colofón del discurso del presidente Santos, la Alianza Verde exhibió un cartel gigante en el que se leía: 'La vida de los líderes sociales también es sagrada', para llamar la atención sobre los más de 300 asesinatos de activistas –según la Defensoría-, que han sido perpetrados desde 2016, y que se han intensificado en las últimas semanas.