La sala plena del Consejo Nacional Electoral, CNE, deberá definir este miércoles si avala la ponencia del magistrado Alexánder Vega, que aboga porque se le devuelva la personería jurídica al Partido Nueva Fuerza Democrática, del expresidente conservador Andrés Pastrana.
A pesar de que Vega habría inicialmente radicado una ponencia que negaba la resurrección de la colectividad, la retiró y radicó el nuevo proyecto de decisión, que le permitiría al exmandatario, opositor del Gobierno, presentar listas al Congreso y avales para las presidenciales de 2018.
La solicitud la hizo el pasado 31 de agosto el excomisionado de paz, Camilo Gómez, paradójicamente, en el marco de lo acordado en materia de participación política entre el Gobierno y las Farc en La Habana, proceso que Pastrana ha criticado en unión con el también expresidente y senador Álvaro Uribe.
Además, se revivirían otros viejos partidos que se extinguieron por no haberse presentado a elecciones o no haber superado el umbral exigido: el Nuevo Liberalismo, del inmolado Luis Carlos Galán, que quedaría en manos de su hijo, el senador Juan Manuel Galán; Esperanza, Paz y Libertad, del extinto grupo guerrillero EPL; Laicos por Colombia, del exsenador y exconstituyente Carlos Corsi; Dejen Jugar al Moreno, de Carlos Moreno de Caro y la Unión Cristiana, del exsenador y exmagistrado Víctor Velásquez.
El partido de Pastrana, la Nueva Fuerza Democrática, se fundó en 1990 con miras a participar en las elecciones legislativas y presidenciales. En 1991, la lista encabezada por el propio Pastrana, logró 400 mil votos y la elección de nueve senadores, entre los que se encontraban el barranquillero Efraín Cepeda, Eduardo Pizano y Claudia Blum.
La Nueva Fuerza Democrática fue parte del gobierno de César Gaviria con los ministros Luis Alberto Moreno y Luis Fernando Ramírez. Y luego sería uno de los partidos que integraron las coaliciones que respaldaron la aspiración presidencial de Pastrana en 1994.
Finalmente, la colectividad perdió su personería jurídica en 2006, luego de la reforma política que reestructuró las elecciones legislativas y varios de sus militantes se reintegrarían al Partido Conservador.