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Según el último Informe Mundial sobre las Drogas realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), solo en Colombia se perdieron alrededor de 280 mil hectáreas de bosques entre 2001 y 2013 como consecuencia directa del cultivo de coca, que sigue siendo un negocio rentable debido a los altos precios con los que se comercializa un gramo de cocaína en los mercados internacionales: 74 dólares en comparación a los cuatro dólares que cuesta el mismo gramo en territorio nacional.

Más de ocho mil millones de dólares le ha costado al país la lucha contra las drogas ilícitas, por lo que el punto cuatro del Acuerdo de Paz propone una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas por medio de políticas sociales para sustituir los cultivos, un enfoque de salud preventivo para los consumidores, y ataque a las redes de narcotráfico, crimen organizado, corrupción y lavado de activos, abarcando así el problema desde el cultivo, la producción, la comercialización y el consumo.

¿Cómo surge?

El tráfico ilegal de drogas en Colombia se da a partir del cultivo de la marihuana a finales de los años sesenta, en lo que se conoce como la Bonanza Marimbera. A finales de los setenta con la importación de la hoja de coca de países como Perú y Bolivia, el negocio derivó hacia la cocaína, a la vez que Estados Unidos se perfilaba como principal país receptor de estupefacientes.

'Esto se da a partir de pequeños campesinos que vieron en este negocio un sustento más allá de los productos agrícolas convencionales y de personas en el crimen organizado que encontraron una fuente de ingresos constantes', explica Mario De La Puente, investigador del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en Uninorte.

A partir de allí ha comenzado un crecimiento exponencial del tráfico de drogas ilícitas. Un estudio realizado el investigador económico Ricardo Rocha en 2013 indica que el dinero que ingresaba al país por cuenta del narcotráfico a principios entre 1981 y 1993, cuando los grandes carteles colombianos controlaban el mercado mundial de la cocaína y confrontaban al Estado, era de magnitudes superiores al 4% del Producto Interno Bruto.

La UNODC afirma que para 2000, Colombia se había convertido en el principal productor de cocaína a nivel mundial. En un reporte de 2013 la misma entidad estimó que por cuenta del narcotráfico ingresaban de $16,6 billones a Colombia (cerca del 2% del PIB de 2012) y que el país seguía siendo el principal productor de coca a pesar de una reducción de casi la mitad de cultivos ilícitos a raíz de programas erradicación gubernamentales.

Financiamiento del conflicto

Aunque el narcotráfico surge después del inicio del conflicto armado colombiano, ha sido el principal combustible para la financiación de este último. En el caso de las Farc, de su inicial oposición a la siembra de la coca en 1977, pasaron a su aceptación y regulación en 1979, y en 1982 iniciaron el cobro de impuestos a los comerciantes de pasta de coca, a los laboratorios de producción de la misma y a los vuelos de carga.

En el plano económico, el actual congresista Alfredo Rangel describió en 1999 que la mitad de los ingresos económicos de las Farc tenía su origen en el narco, afirmando que la organización dedicaba uno de cada tres combatientes a actividades relacionadas directa o indirectamente con el narco.

Si bien las Farc se han relacionado activamente con el narcotráfico, no controlan toda la cadena de producción y distribución de cocaína. En muchos casos su control llega hasta la fase de contacto con quienes intermedian y transportan la coca hacia mercados de uso final.

No solo han sido guerrillas como las Farc y el ELN, las que han derivado sus ingresos del tráfico ilegal. 'Los grupos paramilitares han tenido un lucro igual de importante – explica Mario De la Puente – porque se encuentra que, a diferencia de la guerrilla, los paramilitares controlaban las rutas de salida de droga, a través de una coacción constante en poblaciones claves para iniciar el transporte de los estupefacientes hacia Estados Unidos o Europa'.

Economía paralela

Los efectos del lavado de activos que se originan en el narcotráfico van más allá de la economía de generación del ingreso ilegal y crean una economía paralela cuyos efectos desestabilizan los mercados y la institucionalidad del país.

'El narcotráfico ha tenido como actores secundarios a la clase política y a la clase empresarial. No necesariamente se encuentran involucrados en el negocio, pero pueden verse beneficiados, por ejemplo, en campañas políticas', señala Mario De La Puente.

De acuerdo con cifras de 2013 de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) y de la Dirección de Impuestos y Aduanas (Dian), a través del lavado de activos ingresan entre $18 y $19 billones anuales al país.

Este lavado tiene orígenes que pueden ser identificados, como el contrabando, la subfacturación en exportaciones, sobrefacturación en las compras a otras naciones, e inclusive la creación de empresas ficticias para evadir impuestos a través de exportaciones falsas. Según un reporte de la Dian de 2014, a raíz de los anteriores rubros entran ilegalmente al país aproximadamente $14 billones al año.

'Una persona que tenga recursos del narcotráfico, va a buscar cualquier tipo de forma para poder legalizar su actividad. Esto significa que va a invertir en propiedad raíz y a utilizar familiares para invertir en negocios de fachada', afirma De La Puente.

La Sociedad de Activos Especiales, que maneja los bienes incautados por la liquidada Dirección Nacional de Estupefacientes, afirmó en 2015 que administra bienes por un total de $6 billones, incluidos cerca de 50 hoteles, 2.000 inmuebles y 10.000 vehículos.

De La Puente estima que al Caribe colombiano entran anualmente $1.2 billones por concepto de lavado de activos, una cantidad importante de recursos 'que en muchos casos se cree que se está invirtiendo en el sector de la construcción y eso por supuesto va generando unas distorsiones de mercado, un incremento increíble en precios de la vivienda, que termina fomentando una dificultad para la clase media para poder adquirir vivienda'.

Preocupaciones que persisten

A pesar de una tendencia al descenso a las hectáreas de coca entre 2010 y 2013, informes de 2014 y 2015 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señalan que los cultivos han crecido nuevamente. En el primer año pasaron de 48.000 a 69.000 hectáreas y en el segundo se dispararon a 96.000 hectáreas, la cifra más alta en la región y la más alta en el país desde 2007.

Las regiones en donde hubo mayor aumento entre 2014 y 2015 fueron el Pacífico que pasó de 25.976 hectáreas a 40.593 y la Región Central, que pasó de 11.412 hectáreas a 16.397. En estas mismas zonas, cuya situación de falta de seguridad e institucionalidad es compleja, se presentó un aumento sustancial entre 2013 y 2014. Esto puede atribuirse a decisión del Gobierno de suspender la aspersión de cultivos ilícitos por medio del glifosato, tras las advertencias de la Organización Mundial de la Salud de que se trataba de un herbicida cancerígeno.

Por otro lado, las regiones en donde se ha presentado una reducción de los cultivos de hoja de coca, como la Amazonía y Meta-Guaviare (en donde disminuyeron los cultivos un 48% y 3% respectivamente el último año), están ahora seriamente afectadas por la minería criminal y la explotación ilegal de los recursos naturales.

Colombia: La ruta de la cocaína

Entre 16 y 17 millones de personas en el mundo utilizan cocaína según cifras de la UNODC. América del Norte representa el 40% mientras que los países de la Unión Europea consumen 25% del total.

Colombia es el principal productor de su región (por encima de Bolivia y Perú). Su cocaína típicamente es transportada por el mar hacia México o Centroamérica y desde allí por tierra a Estados Unidos y Canadá, o hacia Europa por medio de Venezuela y países del oeste de África.

Un problema de carácter internacional

Mario De La Puente, investigador del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, sostiene que el problema de las drogas no está es su producción, sino el contexto internacional en el cual se encuentra.

'Este es un problema de carácter global y por mucho que Colombia haga esfuerzos por tener algún tipo de control a través de fumigaciones, de erradicación manual, a través del enfoque punitivo o de con un enfoque de salud pública para el tratamiento de los consumidores como adictos, eso no logrará disminuir la oferta si el principal consumidor, que es Estados Unidos, la mantiene ilegal en al menos uno de sus Estados', sentenció el investigador.

Por su parte, Silvia Gloria, decana de la división Ciencias Jurídicas de Uninorte comenta que 'si miramos la historia de la guerra del opio o cuando el alcohol estuvo prohibido, vemos que lo único que trajo fue violencia, porque los negocios ilegales siempre traen violencias'. En este sentido, aseguró que uno de las soluciones más efectivas para finalizar con el problema de las drogas es la legalización.

El narcotráfico en Colombia en cifras:

16,6 Billones de pesos que ingresaron a Colombia por medio del narcotráfico en 2013, según la UNODC.

216.000 Precio en pesos de un gramo de cocaína en el mercado internacional (74 dólares).

11.700 Precio en pesos de un gramo de cocaína en el mercado nacional (4 dólares).

96.000 Hectáreas de cultivos de hoja de coca que había en el país al finalizar 2015, según la UNODC.

18 Billones de pesos que ingresaron al país en 2013 por lavado de activos, de acuerdo con la UIAF y DIAN.

14 Billones de pesos que ingresan al país anualmente por el contrabando, según reporte de la DIAN en 2014.

6 Billones de pesos en bienes incautados por la liquidada Dirección Nacional de Estupefacientes, que en 2015 eran administrados por la Sociedad de Activos Especiales.