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En Colombia existen alrededor de 700 mil familias que viven del cultivo de la hoja de coca, una planta milenaria y sagrada para diferentes etnias indígenas que habitan el país pero que se ha convertido, debido a la producción y comercialización de la cocaína, en uno de los motores de la guerra.

En medio del debate nacional sobre reanudar o no las fumigaciones a los cultivos cocaleros, que según los más recientes informes alcanzan las 96 mil hectáreas, el senador liberal Juan Manuel Galán, viene construyendo una propuesta basada en la legalización del cultivo de la planta para su uso medicinal y alimenticio.

Su propuesta, que construye de la mano del Gobierno Nacional, las comunidades indígenas y los campesinos de las zonas cocaleras, se basa en 'sustituir el uso ilegal de la hoja de coca para producir cocaína, por el uso legal, que es una industria en relación con los alimentos y lo medicinal'.

Galán afirma que la propuesta del Fiscal, Néstor Humberto Martínez, de reanudar las fumigaciones, es 'inconveniente' y 'no es el camino adecuado', porque en el pasado 'esa política ha fracasado y no vemos condiciones para que ahora sea exitosa'.

Según Galán se deben promover proyectos productivos entre los campesinos que por necesidad y obligación están cultivando la coca, brindándoles así oportunidades distintas.

Afirma que el área ya cultivada se debe erradicar, 'porque no puede legalizarse ni regularse toda', y además sostiene que la cantidad de cultivos requeridos para la producción de coca medicinal y nutricional es mucho menor que para su uso ilegal.

'Pero cómo lo hicimos con la marihuana la idea es hacer un procedimiento de regulación que les organizarse y tener procesos de control la calidad', afirma el senador, quien también fue autor de la Ley de legalización de la marihuana para fines medicinales.