Juan Carlos Henao es mucho más que un rector con una especialización, una maestría y un doctorado en universidades de Francia. Es, además, un exmagistrado de la Corte Constitucional, responsable del histórico fallo que reconoció que las parejas del mismo sexo constituyen familia y que exhibió un talante liberal, garantista y secular alrededor de temas tan sensibles como el aborto, la dosis personal y la separación de la Iglesia y el Estado.
Le propuse un diálogo en torno al 'Estado de Excepción' o la supresión temporal o definitiva del orden jurídico. Aquel que justamente se establece para asegurar la estabilidad y permanencia de ese mismo orden jurídico.
Henao aceptó con humildad ese diálogo, no sin antes proclamar que no es 'experto' en el tema y anunciar que acudiría a conversaciones previas sobre el cuestionario sugerido con el profesor de Filosofía del Derecho Gonzalo Ramírez.
Un trabajo como este indaga, entre muchas cosas, sobre la posibilidad de que unos temas problemáticos puedan ser intervenidos desde el periodismo sin mayores riesgos ni contingencias.
Aunque para Henao el estado de excepción no es la regla, sino la respuesta a situaciones límites excepcionales, los autores citados parecerían temer que el tema permanece en el corazón de la política contemporánea. El estado de excepción no sería entonces una aberración esporádica e inaceptable –por ejemplo la Shoah– sino algo que se repite en múltiples formas e intensidades ( '….el emigrante sin papeles, sin estatus, sin identidad jurídica, está fuera de la ley, habita un vacío jurídico en el que la vida no cuenta').