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El senador liberal Juan Manuel Galán advirtió que la colectividad roja debe 'iniciar un proceso de depuración en nuestra política regional y nacional' ante las dificultades que atraviesa el partido: 'la declaración de ilegalidad de sus estatutos por violar el principio de la moralidad administrativa, el cuestionamiento de los avales entregados en regiones y la renuncia de importantes líderes'.

Para el parlamentario, 'el liberalismo no puede caer en la escogencia de candidatos tipo franquicia, que solo buscan un aval cualquiera sin ningún compromiso ético ni de ideología', haciendo referencia a los apoyos que entrega el partido para las elecciones regionales de octubre próximo.

Señaló en este sentido que las élites regionales de las toldas rojas 'tampoco pueden aislarse y evadir la responsabilidad de contribuir en la formación de la vocación de nuevas generaciones que entiendan la actividad política local como un servicio público esencial'.

Se refiere Galán, primero, al reciente fallo del Consejo de Estado en el que se revocaron los estatutos de la colectividad, que, según él, 'deslegitimó a la dirección del partido y generó una inseguridad jurídica que provoca divisiones en la escogencia de candidatos para las elecciones de octubre'.

Recuerda el senador en el comunicado que en el fallo de la alta corte de lo contencioso administrativo se afirma que los estatutos se hicieron sin consultar y que las bases sociales y las minorías, no influyeron en las deliberaciones del partido: 'sumado a esto, la dirección nacional colegiada toma decisiones como juez y parte. Siempre he defendido la jefatura única como institución para actuar de acuerdo al interés nacional del liberalismo, con plena independencia y responsabilidad política'.

Subrayó el legislador que la renuncia de Alejandro Galvis Ramírez a la colectividad y sus cuestionamientos por la entrega del aval a la Gobernación de Santander 'no deben ser descalificados ni desatendidos. Todo lo contrario, merecen por lo menos ser analizados por todos los liberales, no solo por el altísimo valor que tiene Alejandro Galvis para el liberalismo santandereano y nacional sino por los ideales que ha representado Vanguardia, y con los que el Partido debe contar si quiere tener futuro'.

Y concluyó el congresista que 'las repuestas entregadas por la dirección del partido, dejan un sinsabor en sus miembros y generan divisiones internas entre quienes creemos que el liberalismo debe liderar un proceso de transformación de las costumbres políticas y aquellos que solo buscan el poder como un fin para servirse y no como un instrumento de servicio'.