Compartir:

La Vía de la Prosperidad, en el departamento del Magdalena, paralela al río del mismo nombre, fue concebida por visionarios hace más de 40 años, pensando en el desarrollo agroindustrial de las comunidades ribereñas de Palermo a Plato, pasando por Sitionuevo, Remolino, Guáimaro, Salamina, El Piñón, Cerro de San Antonio, Pedraza y Tenerife, pero que beneficiaría a toda la Costa.

Quienes conocen la zona, ven un potencial inmenso: tierras fértiles, agua, luz, y cerca a centros urbanos. La historia así lo atestigua, en los años 50 era próspera en ganadería, cultivos y comercio, hoy se ven recuerdos al visitar sus poblaciones y escuchar las memorias, pero que por el abandono del transporte fluvial, falta de visión de sus líderes, se dejaron aislar, sin promover vías que permitierán llegar y salir con materias primas y productos.

Los habitantes, están preocupados por el actual proyecto, porque para el pasado julio estaba previsto el primer trayecto de la Vía, tramo Palermo-Sitionuevo, según compromiso de la Gobernación, Invías, contratistas e interventores, y hasta la fecha no hay pronunciamiento alguno.

Se pasó de un trayecto de casi 53 km que unía a Palermo con Salamina pasando por Remolino y Sitionuevo, a uno de 19 km para unir a Palermo con Sitionuevo. Los pobladores recuerdan el sinnúmero de veces que se ha iniciado la construcción y nunca termina. Su ejecución es lenta, hasta los obreros se han acostumbrado a ese ritmo, y se admiran al ver que de tiempo en tiempo se reactivan las labores en tramos parciales, sin entender a los contratistas, pues los costos de inactividad por mano de obra y equipos, son altos.

Hoy la agroindustria muestra de nuevo su interés, ya que aledaños a la vía hay plantaciones de arroz, mango, ganadería, proyectos portuarios, etc., pero que solo seguirán con vías, agua, luz y alcantarillado. Se ven avances, pero hay tramos críticos, como el del puente al inicio en Palermo, que dista mucho del que va sobre el río y que está a menos de 200 mts, que inició construcción después. El de la vía sigue en fase inicial.

Lo mismo en los 5 km siguientes: obras paradas, pues terrenos y diseños no acaban de definirse. Asimismo con los 3 km antes de Sitionuevo, lentos, desprogramados, teniendo la entrada a la población en un fanguero que expone a su gente a incomodidad, insatisfacción y mala salubridad.

Se mantiene llamado a Gobernación, Invías, contratistas, interventores y entes de control, para que asuman responsabilidades, cumplan compromisos. El Estado y el pueblo afectado deben hacer cumplir los contratos, desde el punto de vista de fechas de entrega de obras Palermo–Sitionuevo, calidad y sostenibilidad de las mismas, proyección prometida y hoy casi olvidada, el resto del tramo de la Vía de la Prosperidad.