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Se realizó en Gobernación del Atlántico, la primera sesión del Comité del Mango del Departamento, liderada por el secretario de Desarrollo, Anatolio Santos, en la que confluyeron productores, academia y sector privado, siguiendo las premisas del gobernador Eduardo Verano, de sembrar 3.000 nuevas hectáreas al 2019.

El funcionario promovió la necesidad de adoptar un plan de choque para recolección de la fruta que se está desperdiciando en municipios productores, al proponer entrega de herramientas que permitan cosecharla y comercializarla, rescatando su valor adquisitivo.

Se concluyó con el propósito, de ejercer vigilancia por parte de los actores del renglón, sobre todo el proceso productivo, de forma conjunta con el Departamento, apuntando a 3 frentes para el desarrollo sustentable: agricultura y empleo sostenibles, y programas de energía renovable. Habrá conexión con los entes nacionales, y la academia puso a disposición investigaciones de varias instituciones.

'Hay 1.700 hectáreas certificadas por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Gran parte de la producción se exporta a 15 países, mientras otro tanto es para abastecimiento local y nacional. Nuestras tierras son aptas para producir la fruta, y contamos con 3 plantas procesadoras: en la Zona Franca, Ponedera y Luruaco, con condiciones sanitarias para transformarla en pulpa, que es más rentable y demandado por los mercados', explicó Santos.

El gobernador Verano ha resaltado que se beneficiarán municipios del oriente y sur del Atlántico, como Sabanagrande, Santo Tomás, Palmar de Varela, Ponedera y Luruaco, gracias a la buena infraestructura vial, que permite accesibilidad a puertos.

Producción

Ramiro Manjarrés, manguicultor, señaló que 'la variedad de hilaza es la que más se da, con características muy buenas. Sus necesidades agrológicas y climáticas son cubiertas, y la parte fitosanitaria es compatible. Hectáreas tecnificadas, hay 1.700, pero existen muchas con 50, 60 árboles, que deben organizarse. Por eso es mejor hablar de unidades productivas'.

'Hay un 20% de productores con extensiones de 500, 300, 250 hectáreas, pero la mayoría son pequeños, con 2 hectáreas, 10, 20 árboles, y ellos en la época de cosecha tienen ingresos extra. La fruta se da silvestre, desde los bancos de arena de Malambo, llegando hasta Sabanalarga y Ponedera; pero también en Manatí, Santa Lucía, Repelón, Candelaria y alrededor de la ciénaga de Luruaco, un poco en Piojó y Juan de Acosta', comentó.