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Miles de neoyorquinos consideraron emocionante quitarse la ropa durante el invierno y viajar ayer en el transporte público en ropa interior, al igual que multitudes sin pantalones en otros países.

'Soy virgen en eso de andar sin pantalones', dijo el mexicano Miguel Ramos con una sonrisa mientras participaba en el Paseo Sin Pantalones en el Metro de Nueva York.

Este ritual comenzó en 2002 en la ciudad más grande de Estados Unidos y se ha extendido a otras partes del país y el extranjero, desde Atlanta, Chicago y Dallas, hasta Londres, Berlín, Praga y Viena.

La acción es coordinada por el grupo Improve Everywhere, que efectúa convocatorias globales para que multitudes acudan a lugares públicos, realicen algo inusual y luego se dispersen rápidamente.

Los participantes en Nueva York recibieron números personales para participar en lugares importantes de reunión en cada distrito de la ciudad.

'Y después, digamos, en la tercera parada en Brooklyn, uno se quita los pantalones en el tren', explicó Latesha Mack, que llegó hasta la estación Union Square de Manhattan con bragas y medias de rejilla. 'Así que no es simplemente un gran número de personas sin pantalones en un tren'.

Aunque la mayoría de los usuarios del transporte que iban vestidos se abrían paso entre quienes estaban en ropa interior, algunos se quedaron pasmados.

Un hombre alto y elegante —totalmente vestido— se detuvo de golpe cuando ingresaba en la estación.

'Pregunté a la policía '¿qué ocurre?', y dijo que 'es día de andar sin pantalones''', afirmó el empresario de Manhattan Mark Francis.