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Los pasajeros de un Boeing 777 de KLM tuvieron un aterrizaje en Amsterdam, Holanda, que nunca olvidarán. El sábado, en medio de la tormenta, un piloto trató de la mejor manera posible poner a salvo a los 300 pasajeros que estaban a bordo. 
El vuelo de la aerolínea KLM cubría la ruta entre Japón y Holanda. Luego de 12 horas de vuelo el piloto encontró una tormenta, con vientos de más de 120 kilómetros por hora y logró equilibrar la aeronave pese a las condiciones climáticas.
En el video se observa el avión como se mueve y balancea por el viento antes de acercarse a la pista de aterrizaje. Por fortuna, el hecho no dejó heridos.