Compartir:

El presidente Gustavo Petro se mostró muy afectado este viernes, durante el acto de posesión de la defensora del Pueblo, Iris Marín, por la decisión de su hija Antonella, de 16 años, de irse del país.

(Cada 36 horas hay un desaparecido en el país por el conflicto, denuncia CICR)

El jefe de Estado reveló que el dolor por la partida de su hija menor al extranjero fue la razón por la que no asistió el jueves a una importante reunión de la justicia ordinaria en Chocó.

“Pues ahora me toca vivirlo en estos dos días que hemos pasado aquí yo en medio de mi luto, porque mi última hija se va. No me atreví a realizar actos públicos ayer, incumplí a un evento que era muy importante, pero no tenía mucho la fuerza para pararme delante de un auditorio y hablar cuando mi corazón estaba llorando”, expresó el mandatario.

(“Se va un guerrero”: familiares confirmaron fallecimiento de Javier Acosta)

Petro aseguró que su hija Antonella ha sufrido las consecuencias de “ese fascismo creciente en la sociedad colombiana” y finalmente ha decidido marcharse de Colombia.

“Mi hija ha sufrido persecución psicológica. No entiende a su corta edad cómo a través de las redes, en las esquinas de las calles, en algunos lugares, así como ya pasaba con el fascismo italiano en aquella película, que se iba apoderando de la violencia, la calle, la esquina, la taberna donde se tomaba vino y se hablaba de revoluciones, que se iban llenando las calles del miedo y del terror, que producía el silencio. 

(Gobierno le pide al ELN que se retomen los diálogos; la guerrilla respondió)

Que el pensar rebelde era perseguido por donde fuera para que al parecer no pudiera juntarse con la voz del oprimido y volverse fuerza y revolución. Como esa vez también Colombia lo ha vivido por mucho más tiempo, por generaciones enteras, 75 años que estamos en una guerra violenta y sin ser ella culpable”, sostuvo el Presidente.

Fue entonces cuando señaló que “Antonella fue sufriendo más o menos las consecuencias de ese fascismo creciente en la sociedad colombiana, en sus clases pudientes, en sus clases medias altas, que no pueden entender por qué la prioridad de un Estado tiene que ser la de acercarse y abrazar al pobre, a la humilde, al negro, a la indígena, al campesino, al joven del barrio popular, a la mujer en general”.

(Natalia Ponce relató cómo conoció al hombre que la atacó con ácido)

Dijo que su hija, teniendo apenas 11, 12 y 13 años, “iba sintiendo la persecución permanente, diaria”.

“Mi hija decidió irse y es la última que tenía y realmente estoy triste, vacío, desolado. Sin embargo, quise venir por mi compromiso para posesionarla a usted, defensor del pueblo Iris Marín, aquí en El Chocó, que significa mucho. Tenía ayer un discurso preparado ante la Corte Suprema de Justicia”, sostuvo el mandatario.