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Luego de que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anunciara el recorte de $20 billones en el presupuesto tras la caída del recaudo, las reacciones no se hicieron esperar.

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Jose Ignacio López, presidente de ANIF, indicó que es una buena noticia: 'Sincerar las cuentas fiscales les dará tranquilidad a los mercados. Este recorte tendrá que buscar no afectar los proyectos sociales más prioritarios. Importante también que el clima de inversión mejore. La sostenibilidad fiscal pasa por una actividad económica más robusta'.

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Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, lo había previsto ya: 'La actualización de los datos de recaudo a mayo por parte de la DIAN confirma las preocupaciones: una caída del 4,4% en el año corrido, la peor en el siglo XXI. La caída en términos reales supera el 11%. Esto ratifica la necesidad de un recorte en el gasto del Gobierno. (...) En el acumulado hasta abril de 2024, el recaudo tributario cayó 10,3%. En lo que va del siglo, solo en 2010 se había registrado una caída en el mismo periodo, debido a la gran crisis financiera internacional. Será necesario un recorte del gasto para cumplir con la regla fiscal'.

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El ex viceministro de Justicia, Rafael Nieto, criticó al gobierno del presidente Gustavo Petro, pero reconoció como viable la salida: 'Muy pocas cosas hace bien este gobierno. Anuncio del recorte del gasto es uno de ellos. Es la única alternativa sensata ante caída del recaudo tributario y un presupuesto muy mal hecho. Pero si Petro sigue generando desconfianza y no bajan tarifas impositivas, el problema seguirá'.

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Y el economista Mario Fernando Cruz señaló que no obstante al anuncio del jefe de la cartera económica, 'se requerirá de un recorte de 50 billones para cumplir la regla fiscal. Siempre pensé que era una locura pasar de un presupuesto de 400 billones a uno de 500 en apenas un año. Una auténtica locura. La realidad siempre acaba imponiéndose a esos sueños irrealizables'.