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Tres coroneles de inteligencia del Ejército Nacional fueron llamados a calificar servicios, según se conoció en las últimas horas. Uno de los uniformados que saldrían de la institución estaría detrás del perfilamiento y seguimiento ilegal al profesor de inglés de la esposa del comandante del Ejército, el general, Luis Ospina. 

Se trata del coronel Deiber Alexander Coca, quien fue jefe de Estado Mayor del Comando de Contrainteligencia y quien, además, estuvo vinculado en su momento al caso del montaje contra el docente Leonardo Colmenares. 

En ese caso, la Fiscalía anunció una investigación y dijo que se debía revisar 'cualquier actuación en la que se use la inteligencia del Estado para beneficio personal, en menoscabo de las garantías constitucionales y del debido proceso que les asisten a los ciudadanos'.

También saldrán de la institución los coroneles Fabián González Clavijo y Diego Uribe, quien fue jefe de inteligencia de la Cuarta Brigada y participó en su momento en la operación Bastón por la que salieron 36 uniformados del Ejército y por varias irregularidades y delitos. En algunos documentos de esta gigantesca operación se evidenció que algunos militares vendían armas a la guerrilla de las FARC y luego a sus disidencias; las alianzas de otro con narcotraficantes del Clan del Golfo, la principal banda criminal del país, y la venta de armas y salvoconductos a miembros de la mafia conocida como Oficina de Envigado.

Incluso hay un video en el que una guerrillera del Frente Décimo de las FARC cuenta cómo le entregó 2.000 millones de pesos (unos 511.000 dólares) al general en cuestión, cuyo nombre no fue publicado para no entorpecer la investigación y quien pidió su retiro antes de que culminaran las pesquisas.

Sobre el coronel González Clavijo, el uniformado habría dado, en su momento, la ubicación para adelantar la operación militar en el departamento del Guaviare en donde murieron varios menores de edad, un hecho que generó la salida del entonces ministro de Defensa Guillermo Botero.