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En la Casa de Nariño vuelven a soplar vientos de molestia, poca ejecución, falta de comunicación y desacuerdos en el gabinete. El tenso consejo ministerial de la noche de este miércoles, al parecer, fue el florero de Llorente para que empezaran a circular cartas de renuncias por el despacho del presidente Gustavo Petro, que aunque quiso negar en su momento sobre la solicitud protocolaria de dimisión a sus alfiles, la realidad sobre esta nueva tensión con su equipo de gobierno tan solo tardó unos días en conocer la luz pública.