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BOGOTÁ | El exvicepresidente Germán Vargas Lleras cuestionó las movidas del presidente Gustavo Petro y la coalición en torno a las reformas que cursan en el Congreso.

'Petro pasó la cuenta de cobro, despidieron a los ministros, pero en actitud indigna los partidos bisagra no se levantan de la mesa de la coalición, esperando las migajas burocráticas con las cuales pretenden aceitar sus campañas electorales de octubre', se lee en la columna dominical del líder natural de Cambio Radical en 'El Tiempo'.

Arremete acto seguido contra los partidos en coalición con el petrismo: 'Una vergüenza ver a los parlamentarios conservadores retirándose de las sesiones para no votar y permitir que las reformas sigan su curso como lo exige el Gobierno. Y qué tal ‘la U’, que deja uno afuera y otro adentro, poniéndoles una vela a Dios y otra al diablo. Siguen los comunicados y también las amenazas, pero lo cierto es que la coalición hasta ahora sigue viva. El propio presidente de la Cámara hace votos porque se mantengan los acuerdos de gobernabilidad, aun después de la unilateral ruptura'.

No obstante, rescata que el más coherente, sin duda, ha sido el expresidente Gaviria: 'Tres de los cuatro representantes liberales votaron en contra del proyecto, pero la rebelión está anunciada bajo el liderazgo del nuevo ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien desde la campaña ya había promovido el cisma en el partido. Su designación anuncia días difíciles para el liberalismo y su director, pues Velasco llega con jugosa chequera a erosionar la colectividad y reconformar las mayorías que se creían perdidas. El caso particular de la minvivienda, Catalina Velasco, nos confirma que el Gobierno no se ha rendido en su propósito de capturar las mayorías liberales. Al parecer, ya tienen un case de 18 representantes que lucen bien atendidos regionalmente. Confío, para bien del país y de la democracia, en que Gaviria pondrá orden en esa bancada'.

Y concluye el ex candidato presidencial que 'paradójicamente, hay que decir que el Gobierno procedió bien con esta crisis. Yo hubiera hecho lo mismo si a cada artículo de cada proyecto me hubieran sometido a ese juego extorsivo. Cuando entraron al Gobierno, estos partidos conocían de sobra el alcance de las reformas y aun así no les importó conformar esa espuria coalición. ¿Qué pensaban? ¿Que podían seguir tomando el pelo indefinidamente? Hoy corren el peligro de quedarse con el pecado y sin los puestos y contratos'.