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En la mañana de este miércoles un grupo de indígenas se tomó a la fuerza las instalaciones de la Alcaldía de Medellín, generando caos y zozobra en el recinto.

Según las primeras versiones, los manifestantes, que vandalizaron el primer piso del inmueble, protestaron por la 'falta de oportunidades' en la ciudad y por las regulaciones a las que son sometidos por parte de las autoridades, dentro de ellas las actividades contra la explotación infantil.

' La alcaldía nos prohíbe vender nuestras artes en Medellín, todo porque las madres y las mujeres llevan de brazo a sus niños de pecho, entonces las autoridades, la policía nos lleva a bienestar familiar. Ya tenemos deudas en arrendamientos y queremos que la alcaldía asuma y que nos haga un compromiso para garantizarnos la comida, y si no lo hay, de aquí no vamos a salir, queremos hacer todo en paz, seguir la lucha sin violencia, queremos que negociemos con un acta firmada, concreta y sin ninguna corrupción', aseguró un líder.

Por su parte, el alcalde Daniel Quintero expresó su molestia por los destrozos realizados por los indígenas.

'Se realiza una protesta a la que no voy ceder: una comunidad indígena (saben que los respeto) me pide que los deje usar sus niños para pedir plata, trabajar, hacer bailes a extranjeros hasta altas horas de la noche. En Medellín esto no está y no estará permitido', expuso.

En medio de la jornada, la Policía hizo presenciar para controlar la situación.

El grupo de manifestantes habrían llegado al Valle de Aburrá, desplazadas del departamento de Chocó.