Dos comunicados firmados por Danilo Rueda, Alto Comisionado para la Paz, y una intervención de Alfonso Prada, portavoz del Gobierno, no han sido suficientes para que el gabinete de Gustavo Petro termine de despejar cada una de las dudas generadas por la designación de Jorge Alfonso López, hijo de La Gata, como facilitador de paz. Al contrario, cada comunicación ha oscurecido más que la anterior.