A partir de este 1 de septiembre se dejará de producir paulatinamente la cédula amarilla o actual.
Con esto la Registraduría Nacional del Estado Civil espera dar paso al documento reemplazante, la cédula digital.
La transición se da con el objetivo de aumentar la seguridad alrededor de la autenticidad de la documentación personal.
Así, por estar alojada siempre en internet, la nueva credencial facilitará diligencias en línea, así como evitará suplantación o robo de datos, teniendo verificación biométrica y facial, a través de la aplicación donde se encontrará digitalmente.