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Luciendo el característico overol naranja, el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso pidió perdón, desde una cárcel en Estados Unidos, a víctimas del conflicto armando congregadas este viernes el Atlántico.

'Me llena de lamento, de vergüenza, de angustia, de dolor, de sufrimiento todo esto que pasó, quisiera devolver el tiempo para que estas situaciones jamás se hubiesen presentado. Soy el responsable de esta tragedia', dijo Mancuso ante más de 400 víctimas reunidas en el escenario de Combate Sugar Baby quien pidió perdón a los presentes.