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Pobladores de la localidad de Saravena, en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, se manifestaron este viernes en las calles, vestidos de blanco, para rechazar la violencia guerrillera tras el atentado terrorista que dejó un muerto y cinco heridos.

Un carro bomba estalló el jueves por la noche en una zona céntrica de Saravena, donde funcionan comercios y oficinas, y aunque al parecer tenía como blanco la sede de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra, los mayores daños los sufrió la agencia local del estatal Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).