La Fiscalía General de la Nación puso al descubierto una red criminal, que sería la responsable de proveer de armas y otros elementos de uso restringido a las disidencias del frente primero de las extintas Farc, que delinquen en Meta y Guaviare.
Evidencia técnica y comunicaciones conocidas en el curso del proceso dan cuenta de que la estructura, supuestamente, obtenía armas de diferentes tipos y calibres, como pistolas, ametralladoras, lanzagranadas y fusiles. Al parecer, las almacenaban en Bogotá, desde donde se coordinaba su envío, a través de encomiendas y buses de servicio público, hacia el oriente del país.
Cuatro de los máximos articuladores de esta actividad ilícita fueron capturados en el noroccidente de Bogotá. En los procedimientos se incautaron de cinco celulares, que tendrían información relevante sobre las transacciones ilegales y la venta de armamento para fleteos, asesinatos y otras actividades delictivas.