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Cerca de 3.000 indígenas, montados en sus 'chivas', llegaron este viernes a Cali desde sus resguardos para denunciar el aumento de amenazas, homicidios y masacres en sus territorios, especialmente, en las zonas del departamento del Cauca.

En las coloridas camionetas, ocupando una fila de más de un kilómetro de extensión, la minga indígena, como se conoce a su forma de protesta, recorrió Cali, ondeando banderas con los colores icónicos de sus pueblos, música festiva y mensajes alusivos a la paz, pero también al exterminio que, aseguran, padecen.

Los integrantes de once comunidades indígenas del suroccidente del país fueron recibidos en la tercera ciudad más importante de Colombia, en medio de tensiones después de las críticas levantadas durante los meses de protesta en abril y mayo, por un amplio operativo policial.

La minga quiere 'entregar un mensaje de reconciliación a través de la palabra' y denunciar lo que el dinamizador político del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), Guiovanny Yule, denomina 'un proyecto de muerte', en el que grupos armados como las disidencias de las Farc, los paramilitares o la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) están causando desplazamiento, amenazas, homicidios y masacres en sus territorios', según explicó a Efe.

Según las más recientes cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), durante este 2021, en todo el país han sido asesinados 53 indígenas que ejercían el liderazgo social y la defensa de los derechos humanos.