Hudson y otros haitianos matan el tiempo en Necoclí jugando al dominó con compañeros de viaje venezolanos mientras esperan que llegue el día en que puedan embarcar rumbo al Darién, la peligrosa selva que les separa de Centroamérica y de su anhelo de conseguir una vida mejor.
Muchos de ellos llegaron hace días, incluso semanas, desde Chile o Brasil, como parte del éxodo que ha emprendido la ruta al norte, rumbo al 'sueño americano', y que se encuentra en Colombia, en el primer represamiento, el primer campamento improvisado en Necoclí (oeste), en el que les tocará quedarse unas semanas.
Waldi Joseph salió de Chile porque a pesar de tener trabajo su familia no podía ir a vivir con él porque no le daban papeles; Jean Robert estaba feliz en Brasil, pero el salario no le daba para mantener a sus cuatro hijos y su esposa.